Jude Ayodeji Arogundade, obispo de Ondo, la diócesis nigeriana golpeada por la matanza de fieles en Pentecostés en su parroquia de San Francisco Javier, en Owo, ha negado rotundamente que, como escuchó al presidente irlandés, la violencia contra los cristianos tenga que ver con el cambio climático.

“Sugerir o hacer una conexión entre las víctimas del terror y las consecuencias del cambio climático no solo es engañoso, sino que también significa echar sal en las heridas de las víctimas del terrorismo en Nigeria”, afirmó el obispo de Ondo, territorio donde apenas un 5% de la población es católica.

El obispo considera "injusto e improbable" atribuir un papel al cambio climático en la masacre de Owo. Dice que "aludir a alguna forma de política de cambio climático en nuestra situación es completamente inapropiado".

El presidente de la República de Irlanda, Michael D Higgins, difundió un mensaje de condolencia por la masacre, en el que pedía evitar "cualquier intento de hacer de los pastores [de etnia fulani y religión musulmana] un chivo expiatorio, porque estos se encuentran entre las primeras víctimas de las consecuencias del cambio climático”.

Tradicionalmente se acusa a las bandas de pastores fulani, nómadas o seminómadas, en busca de pastos y agua para sus rebaños, de asaltar cada cierto tiempo a las comunidades agrícolas. Es algo que siempre sucedió, pero antes usaban lanzas y ahora ametralladoras, comentan algunos.

Al principio, la masacre contra la parroquia de Owo se atribuyó a un comando fulani, pero las autoridades nigerianas ahora acusan a una facción de Estado Islámico en Nigeria, llamada ISWAP, nacida de una escisión de Boko Haram.

Ondo tiene importantes lazos con Irlanda, como recuerda con agradecimiento el obispo. "Los dos primeros obispos de la diócesis de Ondo eran irlandeses, el edificio de la iglesia donde tuvo lugar el ataque fue construido por misioneros irlandeses" y algunas de las personas asesinadas habían recibido los sacramentos de "venerados misioneros irlandeses". Hombres y mujeres irlandeses han puesto los cimientos de la fe para nosotros en esta parte del mundo”, dice el obispo.

El obispo de Ondo en la parroquia atacada de San Francisco Javier en Owo, Nigeria.

“Los comentarios que asocian bandolerismo, secuestros y espantosos ataques a ciudadanos inocentes con cuestiones relativas al cambio climático son desviaciones de la verdad”, añade el obispo.

Los asesinos no parecen de la región

Por otra parte, entrevistado por Ayuda a la Iglesia necesitada, el portavoz de la diócesis, el P. Augustine Ikwu, considera que los asesinos no eran vecinos de la región, lo cual coincidiría con la hipótesis de las autoridades nigerianas.

"En general, este ha sido un estado pacífico. De vez en cuando hay contratiempos, pero no se dan situaciones graves. Es un estado realmente pacífico y resulta difícil creer que los musulmanes locales hagan algo así. Siempre ha habido una clara división entre los musulmanes del norte y los del sur. Los musulmanes que viven en nuestra región son bastante pacíficos y han salido públicamente a condenar esta atrocidad. Por tanto, no podemos achacárselo a ellos", ha asegurado.

Según sus datos, hay 38 víctimas mortales confirmadas en el tanatorio. "Cinco niños -una niña y cuatro varones; dos jóvenes adolescentes; y 31 adultos, doce varones y diecinueve mujeres", los detalla.

"Lanzamos un llamamiento al mundo para que sea consciente de la inseguridad que no solo está presente ahora en nuestro estado, sino en toda Nigeria, porque la inseguridad se ha apoderado literalmente del país en este momento. Y si pudiera decirle algo al Gobierno actual, le diría que no es deshonroso dimitir cuando te enfrentas a una situación que no puedes manejar. Si el país se ha vuelto ingobernable, debe ser honrado dimitir para que alguien más capacitado ocupe tu puesto", sugiere.