La región de Macomia, en el noreste de Mozambique ha sido víctima de una ofensiva yihadista. Las Carmelitas Teresas de San José, presentes allí desde hace 16 años afirman en su página de Facebook que el ataque fue "fuerte, cruel y duró tres días”. La hermana Blanca Nubia y las otras religiosas, conscientes del “riesgo” que corrían, abandonaron la sede de la misión, que incluye una escuela con internado, unos días antes del ataque.

“Durante los últimos dos años y medio”, escribe la Hna. Blanca, la región de Macomia y toda la provincia de Cabo Delgado viven “aterrorizadas” por los crueles ataques de los grupos armados yihadistas, cuya motivación, según los expertos, podría guardar relación con el descubrimiento de ricos yacimientos submarinos de gas en las costas de esta provincia. Sus operaciones se han intensificado desde principios de año: siembran el terror entre la población, queman aldeas y atacan a civiles en las vías de comunicación y transporte público. El jueves 4 de junio las religiosas decidieron regresar a Macomia para comprobar el alcance de los daños ocasionados por los terroristas “aunque el riesgo no había desaparecido del todo”. Pero querían “por lo menos, visitar, animar y ayudar a [los] empleados y sus familias”. 
 
La hermana Blanca afirma que la destrucción fue violenta. “Como resultado de esta barbarie, el área urbana fue completamente demolida, la mayor parte de la infraestructura estatal fue dañada y el área comercial fue reducida a cenizas”. Además de la destrucción material, queda por determinar el número de víctimas humanas: “Todavía no sabemos el número de víctimas civiles y de las fuerzas [de seguridad]. El 3 de junio la gente comenzó a regresar lentamente a sus casas, algunas de las cuales fueron incendiadas, otras saqueadas… Recuerden que hace solo un año sufrimos el paso destructivo del ciclón Kenneth…”. Ese ciclón tropical afectó especialmente a la provincia de Cabo Delgado, causando daños considerables. Durante el ataque de finales de mayo, la misión de las Carmelitas Teresas de San José se salvó, al parecer, únicamente por estar situada relativamente fuera de la zona asaltada por los terroristas. “Nuestra misión se salvó porque está ubicada en las colinas, junto a una base militar”. Por motivos de seguridad tuvieron que regresar el mismo día a la misión donde se habían refugiado y no pudieron quedarse en Macomia.

La violencia sigue creciendo

Desde finales de 2017, la violencia en la región ha causado más de 1.100 víctimas mortales, entre ellas 700 civiles, según la ONG Armed Conflict Location and Event Data Project (ACLED). La violencia ha provocado el desplazamiento de 200.000 personas desde finales de 2017, según datos de la ONU. Según las mismas fuentes, este nuevo asalto a la ciudad de Macomia, que ya acogía a 30.000 personas desplazadas, ha ocasionado un nuevo éxodo. El papa dirigió la atención del mundo hacia esta crisis desconocida en su mensaje Urbi et Orbi del pasado abril para el Domingo de Pascua.

ACN con Iglesia mozambiqueña

En 2015, una delegación de ACN International visitó a las Carmelitas de Macomia a las que la fundación ha ayudado con un vehículo para apoyar su labor pastoral. “Lamento profundamente la situación en Macomia y más aún porque conocí personalmente a las Carmelitas durante mi último viaje a Mozambique en mi última visita”, ha señalado Rafael D’Aquí, responsable de proyectos en Mozambique de ACN.  La labor de las religiosas le impresionó especialmente explica porque “su compromiso no se extiende solo al internado que dirigen sino también a toda la población de los alrededores”. Además de los alumnos a su cargo, atienden a las familias y maestros. También tiene un programa de ayuda para las madres en el aprendizaje de la lactancia, proporcionando también atención sanitaria primaria a sus bebés.

Publicado en Ayuda a la Iglesia Necesitada.