Hace poco más de 20 años, el 3 de mayo del año 2000, el sacerdote y misionero claretiano Rhoel Gallardo, de 33 años, natural de Filipinas, era asesinado en la isla filipina de Basilán por independentistas islamistas ligados a Abu Sayaf, una de las marcas de Estado Islámico en el país. La Iglesia abre ahora su proceso de beatificación como mártir cristiano

En Basilán, el 65% de la población es musulmana. Muchos hablan allí el chabacano, una variante de español, que se habla también en la vecina ciudad y península de Zamboanga.

Los islamistas secuestraron al sacerdote durante 40 días y lo llevaron a las montañas. Durante ese tiempo le exhortaron varias veces a apostatar del cristianismo y a abrazar el Islam, a lo que siempre se negaba. Lo mataron de 3 disparos de cerca, en cabeza, hombro y espalda. Unos días antes le había torturado, arrancándole las uñas del dedo índice, y de algunos dedos de los pies.

Casi 30 secuestrados de la escuela claretiana

Los islamistas también mataron a 3 profesores y 5 niños que habían secuestrado en la escuela primaria de los claretianos. En realidad, los secuestrados fueron el director administrativo, cinco profesores y 22 alumnos. El 3 de mayo de 2000 el ejército encontró a los secuestrados y secuestradores y durante el tiroteo los terroristas mataron a esas víctimas.

El 3 de mayo de 2021, el obispo de la prelatura de Isabela (que cubre la isla de Basilán), Leo Dalmao, abrió oficialmente la causa de beatificación como mártir del padre Rhoel Gallardo.

La solemne apertura del proceso canónico se llevó a cabo en la iglesia de San Vicente Ferrer en Tumahubong, el pueblo donde Gallardo era misionero.

Expulsados de China, ubicados en Basilán

Cuando China expulsó a todos los misioneros extranjeros en 1950, los claretianos de la misión china se establecieron en Basilán, invitados por el obispo de Zamboanga.

El padre Ángel Calvo, claretiano castellano, en el país desde 1972, es una figura destacada del diálogo entre cristianos y musulmanes en el difícil contexto de Mindanao. Explica a AsiaNews que "el padre Gallardo fue el primer sacerdote secuestrado que asesinaron en Basilán".

"Hubo otros sacerdotes y religiosas secuestrados, incluso golpeados; pero al final todos fueron puestos en libertad. La gente ya lo recuerda como un mártir, un héroe. Los otros rehenes dijeron que no quiso entregar la cruz y el rosario, como pretendían los milicianos. Por eso lo torturaron arrancándole las uñas. Sufrió mucho y como director de la escuela, incluso en el cautiverio, se preocupó en primer lugar por los profesores y los niños que le habían sido confiados. Ofreció su vida por las personas que estaban con él”.

Los claretianos permanecieron en Basilán y el actual obispo de la isla es claretiano. "Aunque en los últimos tiempos la agrupación de Abu Sayyaf ha estado menos activa en Basilán porque se han trasladado a la otra isla de Jolo, el testimonio del padre Gallardo sigue siendo un ejemplo que nadie ha olvidado”, explica el misionero.

Bihag es una película filipina que recrea el secuestro y asesinato del P. Rhoel Gallardo