La pandemia del coronavirus ha hecho que muchos españoles, como muchas otras personas en Europa y el mundo, hayan sentido la tentación de replegarse a causa del confinamiento, la incertidumbre y el desconcierto. Las personas generosas y los donantes cristianos ven ahora mucha necesidad cercana y urgente. Y sin embargo, los cristianos siempre han entendido su deber de fraternidad también con los más pobres de todo el mundo.

Manos Unidas, la ONG de ayuda internacional de la Iglesia Católica de España ha mantenido sus compromisos con las comunidades a las que ayuda en el Tercer Mundo y sigue volcándose en proyectos en países que sufren grave pobreza. En los 2 meses de emergencia por coronavirus ha destinado 1,2 millones de euros a 45 proyectos en países donde muchos lo pasan realmente mal.

“Esta crisis nos está planteando retos que nunca hubiéramos imaginado, pero estamos intentando dar respuesta a esos retos sin perder de vista cuatro conceptos que acompañan siempre nuestro proceder: cercanía, solidaridad, respeto y agilidad”, asegura la presidenta, Clara Pardo.

Desplazados por violencia en Mozambique

En esa línea se enmarcan emergencias como las aprobadas en Cabo Delgado, la provincia más castigada de Mozambique, donde la población vive bajo mínimos, y donde la situación de conflicto armado contra grupos yihadistas está produciendo cada vez más desplazados. Manos Unidas no podía ignorar las necesidades de 1.000 familias de desplazados y se les ha enviado más de 50.000 euros destinados a la compra de alimentos y material higiénico.

Campesinos empobrecidos en Haití

En Haití, en el área rural de Thomazeau, el confinamiento está también causando graves problemas a las poblaciones campesinas, que practican la agricultura de subsistencia. Manos Unidas ha enviado 40.000 euros para comprar alimentos, insumos agrícolas y productos de higiene para 350 familias empobrecidas.

Además, se les está apoyando en labores de prevención del contagio del virus y en la instalación de puntos de lavado de manos y desinfección de lugares públicos y hogares.

Mascarillas y comida para enfermos de la India

En India, en el estado de Madhya Pradesh, uno de los más pobres del país, Manos Unidas ha enviado fondos para producir, comprar y distribuir kits de comida, máscaras y productos desinfectantes para 1.750 familias, pertenecientes a grupos de riesgo: personas con discapacidad, ancianos, personas con sida y tuberculosis y enfermos en general.

Estos son solo algunos ejemplos del trabajo de emergencia que está llevando a cabo la Organización en estos meses y que se ha traducido en 14 proyectos de emergencia en Asia, 20 en África y 11 en América Latina, “aunque estas cifras se incrementan casi cada día y, vista la situación, auguramos que seguirán haciéndolo durante bastante tiempo”, asegura Clara Pardo.

¿Elegir entre el hambre o la enfermedad?

“La disyuntiva entre morir de COVID-19 o de hambre, ningún ser humano debería, siquiera, plantearsela. Pero, los mensajes que estamos recibiendo nos hacen ver que esa disyuntiva es ya una realidad para millones de personas”.

“Con solo un poco de empatía podemos darnos cuenta de lo que significa esta emergencia más allá de nuestras fronteras, entre los que menos tienen; donde el acceso al agua es una quimera para millones de personas, donde los sistemas de salud son solo accesibles para quienes pueden pagarlos y donde una parte de la población ya vivía diariamente con graves, gravísimas, dificultades económicas”, denuncia Clara Pardo.

“Por eso, Manos Unidas ha lanzado una campaña de emergencia. Pedimos la colaboración de todos porque, ahora, más que nunca, la ayuda a los países del Sur es vital para que ellos no se queden de nuevo atrás y puedan también recuperarse de la crisis que ha traído consigo la pandemia”, insiste Clara Pardo.

CÓMO COLABORAR CON MANOS UNIDAS

Cuenta de emergencia: ES42 0049 6791 7420 1600 0102
Bizum: 33439
Teléfono: 900 811 888