En Nigeria, las Hermanas Misioneras de San Juan Pablo II de María afrontan el reto de ayudar a las prostitutas en un país muy pobre: de 200 millones de habitantes, unos 112 viven en la pobreza extrema, con menos de 2 dólares al día. 

Se trata de una congregación de reciente creación, fundada por la hermana Dorothy Chinyere Okoli en 2015. Buscan ser "seguidoras de Jesús y María en todas las ramificaciones de la vida y llenarnos con su amor, cuidado y afecto por los demás, especialmente por los necesitados, siguiendo los pasos de San Juan Pablo II".

La hermana Dorothy ha relatado a Valentine Iwenwanne de Global Sisters Report, cómo se organizan para rescatar a decenas de mujeres de las redes de prostitución. 

“Nunca creí que visitar hoteles para hablar con chicas jóvenes formaría parte de mi trabajo”, reconoce la religiosa. 

Ella y su comunidad trabajaban con chicas jóvenes y niños en su escuela y su orfanato. La hermana Dorothy se ha titulado en magisterio. Pero cuando empezaron a recibir visitas de mujeres dañadas por la prostitución  supo que tenía que dar un paso adelante.

Rescata a mujeres y niñas

Suelen narrar experiencias horribles”, y a muchas de ellas, cuando enferman, les siguen exigiendo el pago del local donde se ven obligadas a ejercer la prostitución aún sin posibilidad de conseguir dinero.

“Muchas de ellas tienen habilidades vocacionales, pero asumen riesgos financieros para establecer sus propios negocios, y los hombres [dedicados a la trata] les hacen promesas con condiciones”, que casi siempre concluyen en la explotación sexual.

En uno de sus viajes recuerda cómo mujeres y niñas se lamentaban, diciendo que no querían estar ahí, pero se encontraban en esa situación debido a la precaria situación en la que se encuentran sus familias.

“Una de las niñas dijo que tan pronto como reúna suficiente dinero espera poder alquilar una tienda y abrir un pequeño negocio de sastrería para poder mantenerse a sí misma y a sus hermanos”.

La pobreza, el desempleo y la desesperación las convierte en víctimas, enumera la hermana.  

Una de las chicas que ayuda se llama Ada Okafor. Tras perder a sus padres se vio atrapada por la pobreza mientras cuidaba a sus dos hermanos y a su hijo de 10 años, al que concibió cuando todavía estaba en la escuela.

Es solo una de los cientos de mujeres a las que quiere ayudar la nueva organización de la hermana Dorothy, Save Young Girls Motherhood Foundation , que funciona oficialmente desde julio.

Ada Okafor, madre joven y huérfana, es una de las miles de mujeres a las que ayuda la hermana Chinyere en Nigeria. Estaba en la escuela cuando se quedó embarazada, y accedió a la prostitución para mantener a su familia.

Inspiradas por la Virgen y por San Juan Pablo II

La organización y su trabajo “refleja el papel de la Iglesia a la hora de abordar este tipo de problemas”, explica la hermana.

“Me inspiré siguiendo los pasos de San Juan Pablo II. Viajó por todo el mundo haciendo bien a la humanidad, buscando almas para Cristo. Sigo sus pasos, como religiosa y como hija de Dios, a quien estoy llamada a servir, y a nuestra madre, María”.

Debido a la cantidad de mujeres afectadas, el trabajo de la hermana Dorothy es extenuante. “Nuestro principal desafío es la falta de financiación. Tenemos muchas niñas”, explica. 

“Una de ellas corrió hacia mí cuando me vio y comenzó a explicarme sus necesidades, pidiéndome ayuda, diciendo lo poco que le gusta [la prostitución] y el poco dinero que le reporta”.

“Me llaman por teléfono para que venga y los saque de la calle, pero no tengo la capacidad económica y el alojamiento necesarios para ayudarlos a todas”.

Gift Gabriel (Anambra, Nigeria), aprendió costura antes de perder a sus padres. No pudo comenzar su negocio debido a la falta de fondos y se dedicó a la prostitución para cuidar de sus tres hermanas . Hoy, recibe la ayuda y atención de la hermana Chinyere. 

Peluquería y comercio para salir de la prostitución

Save Young Girls ayuda a las chicas mediante la atención, asesoría y capacitación laboral.

“Les proporcionamos programas de adquisición de habilidades como sastrería, peluquería, establecimiento de comercios y otras habilidades que les permitan conseguir ingresos. Siempre buscamos qué tipo de habilidades desean adquirir”.

Siempre que puede, la hermana Dorothy y otras hermanas y colaboradoras de su organización visitan a mujeres y niños con comida y regalos. “Facilita hablar con ellos, y aprovecho la oportunidad para explicar mi misión y mis motivos para visitarlas”.

Desde que fundó Save Young Girls Motherhood ya ha visto que los resultados son esperanzadores.

Muchas de las mujeres con las que trata acaban dejando los hoteles y regresan con sus familias.

“Deseo reintegrarlas en la sociedad e involucrarlas con nuevas habilidades para que puedan desarrollar sus negocios, incluso aunque sea con un negocio pequeño”, concluye.

Puedes colaborar con la organización a través de su página web o también contactando mediante sus redes sociales pinchando aquí (Facebook) o en su WhatsApp.

Detallado documental sobre la prostitución en Nigeria, uno de los focos de la prostitución europea.