Tierra Santa vive momentos muy complicados, y especialmente difícil es la situación de los cristianos locales. Las peregrinaciones han caído a mínimos y el sustento de muchas familia corre peligro de no llegar si se alarga mucho tiempo esta situación.

Para preparar un futuro viaje a la tierra que vio nacer a Jesús, aunque de momento sea complicado, una de las guías más completas editadas últimamente es Huellas de nuestra fe. Apuntes para peregrinar a Tierra Santa, de Jesús Gil y Eduardo Gil, sacerdotes de la Prelatura del Opus Dei.

Se trata de una bella edición, muy visual y repleta de infografías útiles y atractivas.

Una bella edición que ofrece 27 artículos que describen los principales lugaresrelacionados con la vida de Jesús: Nazaret, Ain Karim, Belén, Jerusalén, el río Jordán, Caná, Cafarnaún, el mar de Genesaret, Betania, Emaús…

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Para explicar por qué los cristianos veneran esos lugares santos en Tierra Santa, los autores recurren a datos de la Sagrada Escritura, a testimonios históricos y a resultados de las investigaciones arqueológicas.

También se incluyen consideraciones espirituales con el deseo de que ayuden al lector a «meterse» personalmente en las escenas del Evangelio, de modo que la Palabra de Dios resuene eficazmente en la propia vida. Estas consideraciones encuentran inspiración en los Padres de la Iglesia, en el magisterio de los últimos papas y en las enseñanzas de santos como San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei.

«Huellas de nuestra fe» se convierte así en una lectura útil tanto para quienes preparan una peregrinación a Tierra Santa como para quienes desean revivirla después.

El libro puede descargarse entero o por capítulos en la página web de la Fundación Saxum. Se ha editado en formato digital (PDF, ePub y Mobi) y está disponible en castellano, inglés, francés e italiano.

Los textos originales aparecieron entre 2012 y 2013 en Crónica, una publicación mensual dirigida a los fieles del Opus Dei, con ocasión del Año de la fe que convocó Benedicto XVI y concluyó el Papa Francisco. Se presentan en esta edición recopilados –con algunas adaptaciones–, bajo el patrocinio de la Fundación Saxum.

«Huellas de nuestra fe» es una lectura útil tanto para quienes preparan una peregrinación a Tierra Santa como para quienes desean revivirla después.

Capítulos de "Huellas de nuestra fe"

1. Nazaret: basílica de la Anunciación. En Nazaret se venera la habitación donde la Santísima Virgen recibió el anuncio del Ángel.

2. Ain Karim: la patria del Precursor. La tradición localiza la casa de Zacarías e Isabelen Ain Karim, un pueblo situado a seis kilómetros de la Ciudad Vieja.

3. Belén: basílica de la Natividad. En la aldea de Belén vino al mundo Nuestro Salvador. La gruta donde nació se encuentra en la cripta de la basílica de la Natividad.

4. Belén: Campo de los pastores. En un santuario a tres kilómetros de Belén, se recuerda el lugar donde los ángeles anunciaron el nacimiento de Jesús a los pastores.

5. El Templo de Jerusalén. Después del nacimiento de Jesús, cumplido el tiempo de purificación de Santa María, el Niño es presentado en el Templo.

6. Con la Familia de Nazaret. En Nazaret, en la cripta de la iglesia de San José, se conservan los restos de la casa donde la Sagrada Familia habría vivido.

7. Al otro lado del Jordán. La tradición sitúa el bautismo de Jesús nueve kilómetros al norte del mar Muerto, en la margen oriental del Jordán, cerca del camino que iba del monte Nebo a Jericó.

8. Bodas en Caná de Galilea. En Caná, un pequeño pueblo cerca de Nazaret, el Señor hizo su primer milagro: a petición de la Virgen, convirtió el agua en vino.

9. Cafarnaún: la ciudad de Jesús. Esta pequeña población en la ribera del mar de Genesaret, que Jesús eligió para residir establemente, fue el centro de su ministerio público en Galilea.

10. Tabgha: Iglesia de las Bienaventuranzas. En una ladera que domina el mar de Genesaret, un santuario recuerda el sitio donde Jesús pronunció el Sermón de la Montaña.

11. Tabgha: iglesia de la Multiplicación. En Tabgha se venera la roca sobre la que el Señor apoyó los cinco panes y los dos peces con los que dio de comer a una multitud.

12. Junto a la piscina de Betesda. En Jerusalén se conservan los restos de la piscina de Betesda, donde Jesús curó al paralítico. En la misma zona se levanta la iglesia de santa Ana, venerada como el lugar de la Natividad de la Virgen.

13. Monte Tabor: basílica de la Transfiguración. La tradición señala el monte Tabor, en medio de la llanura de Esdrelón, como el lugar donde el Señor se transfiguró.

14. Jerusalén: la gruta del Padrenuestro. En el año 326, santa Elena hizo construir una basílica sobre la gruta venerada como el lugar donde Jesús enseñó el Padrenuestro.

15. Betania: Santurario de la Resurrección de Lázaro. Cuando Jesús iba a Jerusalén, con frecuencia se hospedaba en la casa de Marta, María y Lázaro, en Betania. Allí se visita la tumba donde enterraron a aquel amigo del Señor, antes de que lo resucitara.

16. Al ver la ciudad, lloró por ella. En la falda occidental del monte de los Olivos, el santuario del Dominus Flevit recuerda el llanto de Cristo por Jerusalén durante su entrada mesiánica, pocos días antes de la Pasión.

17. En la intimidad del Cenáculo. Según antiguas tradiciones, la sala de la Última Cena se encuentra en el extremo suroccidental de la Ciudad Vieja, sobre una colina que empezó a llamarse Sión desde la época cristiana.

18. Getsemaní: oración y agonía de Jesús. En el monte de los Olivos, al otro lado del torrente Cedrón, la tradición ha transmitido el emplazamiento de Getsemaní.

19. San Pedro in Gallicantu. Cerca del Cenáculo, se alza la iglesia de San Pedro in Gallicantu, donde algunas tradiciones emplazan la casa del sumo sacerdote.

20. Jerusalén: Vía Dolorosa. Este itinerario con catorce estaciones recuerda el camino que Jesús recorrió, cargado con la Cruz, desde el pretorio hasta el Calvario, y allí, desde que fue enclavado hasta su deposición en el Sepulcro.

21. Jerusalén: el Calvario. Las últimas cinco estaciones de la Vía Dolorosa, incluidas las del Gólgota, se encuentran en el interior de la basílica del Santo Sepulcro.

22. Jerusalén: el Santo Sepulcro. La tumba donde fue depuesto el cuerpo de Jesús, donde al tercer día resucitó, ocupa el lugar privilegiado de la basílica del Santo Sepulcro.

23. Una aldea llamada Emaús. El Señor resucitado se apareció el domingo a dos discípulos en el camino hacia Emaús. Varios lugares de Tierra Santa podrían corresponder con esta aldea.

24. Tabgha: iglesia del Primado. En un punto de la ribera del mar de Genesaret, se venera el lugar donde Jesús resucitado se apareció a los discípulos, propició la segunda pesca milagrosa y confirmó a san Pedro en el primado de la Iglesia.

25. El lugar de la Ascensión. En armonía con los relatos evangélicos, la tradición sitúa la Ascensión en la cima del monte de los Olivos, en el camino hacia Betfagé.

26. De su Asunción se alegran los ángeles. En Jerusalén, el misterio de la Asunción de la Virgen se recuerda en dos iglesias: la basílica de la Dormición, en el monte Sión, y la Tumba de María, en Getsemaní.

27. Monte Carmelo: santuario de Stella Maris. Este santuario situado sobre la ciudad de Haifa está ligado al profeta Elías y al nacimiento de la Orden del Carmen.

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