María Nuria Solá es misionera de las Carmelitas de la Caridad de Vedruna. Tiene 75 años y ha pasado los últimos 30 en África, de los cuales 18 lleva ya en República Democrática del Congo. Aparte de los problemas políticos y de violencia que se han reproducido por el país en los últimos meses, hay que sumar ahora el último brote de ébola declarado en el país el pasado 8 de mayo.

Ante el temor que se produzca una pandemia como la de 2014, que dejó miles de muertos, entre ellos decenas de misioneros, las autoridades están intentando actuar rápido. Aun así, esta religiosa afirma a ABC que aunque el brote se extendiera ella no dejaría el país.

“La epidemia está al norte y se controlará, además, el río Congo, de alguna manera, nos hace de barrera”, afirma ella. En cualquier caso, parece que a María no le preocupa el brote aún si llegara a la puerta de su casa: “No se me pasa por la cabeza pensar en la repatriación en caso de contagio por ébola, he tenido problemas peores y aquí sigo”.


Esta misionera asegura, además, que convive con otras hermanas congolesas que no se irían “yo tampoco, ni siquiera si hubiera una guerra”.

“Te diré la verdad, está muriendo gente pero también es cierto que la Organización Mundial de la Salud está actuando rápido y no creo que el brote vaya a extenderse. Hubo otros en el país que cogieron a todos desprevenidos, recuerdo que en uno de ellos (el país sufrió ocho brotes en las últimas cuatro décadas) perdimos a siete hermanas”,  cuenta la misionera que se dedica a la enseñanza en una escuela en el barrio de Ntjili, en Kinshasa, capital del país.

Su tranquilidad tiene que ver también con que el área donde se declaró el brote, Bikoro, en el noroeste del país, en la provincia de Équateur, muy lejos de la capital. Sin embargo, este mismo jueves el ministro de Sanidad, Oly Ilunga Kalenga, dijo que el brote ha alcanzado una "nueva fase" tras registrarse un nuevo caso en Mbandaka, una ciudad con más de 1 millón de habitantes y que está a unos 130 kilómetros de Bikoro.

Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud, hasta el pasado 15 de mayo se han reportado en RDC un total de 44 casos de ébola (3 confirmados, 20 probables y 21 sospechosos). De ese total, se contabilizaron 44 muertes.