Túnez acaba de anunciar una medida que supone un avance hacia la igualdad pese a que haya causado rechazo en una buena parte de las autoridades islámicas. Y es que el pasado jueves el ministro de Justicia de Túnez, Ghazi Jeribi, firmó un decreto que acaba con una antigua ley de origen islámico por el que a partir de ahora autoriza a las mujeres musulmanas de Túnez a casarse con un hombre de otra religión.
 
Hasta ahora, según la “sharia”, vigente en gran parte de los países musulmanes incluido Túnez, las mujeres musulmanas no se podían casar con un varón de otra confesión a no ser que éste renunciara a su fe y se hiciera musulmán.
 

Por el contrario, las mujeres no musulmanas sí podían casarse con un musulmán sin necesidad de tener que abandonar su fe.


Según recoge la agencia EFE, la prohibición estaba incluida en el código legal de Túnez, que mezcla la Sharia y el Código de justicia de Francía, de noviembre de 1973.  Este cambio se enmarca en las nuevas estrategia adoptada por las autoridades tunecinas para avanzar en la igualdad.
 
En su circular, Jeribi argumenta que la ley de 1973 contradice el espíritu de la nueva Constitución tunecina -aprobada tras la caída en 2011 de la dictadura de Zinedin el Abedin Bin Ali- y los acuerdos internacionales firmados desde entonces por el país.
 
La medida ha sido apoyada por el gran mufti de Túnez, máxima autoridad religiosa del país, y rechazada por instituciones muy influyentes en el universo islámico, como la universidad egipcia de Al Azhar, referencia del islam suní ortodoxo.
 
La medida fue anunciada el pasado mes de agosto por el presidente del país, Beji Caïd Essebsi, durante el día de la mujer en Túnez, junto a otras iniciativas aún no aprobadas, como la de equiparar los derechos de herencia entre hombres y mujeres.