La prensa africana ha difundido un nuevo episodio de violencia contra religiosos en el marco del conflicto de las regiones anglohablantes de Camerún.

Este domingo 29 de agosto un grupo de jóvenes armados, probablemente militantes separatistas, entró en el seminario de la diócesis de Mamfé (suroeste de Camerún), consideraron secuestrar al anciano obispo emérito Francis Teke Lysinge (de 82 años, retirado hace 7) y al final decidieron llevarse al vicario general de la diócesis, Julius Agbortoko Agbor, mucho más joven.

El padre Sébastien Sinju, canciller de la diócesis, da los datos en una nota que ha difundido la agencia Fides: “El vicario general pasó el fin de semana en Kokobuma realizando una visita pastoral y para inaugurar el presbiterio parroquial. Acababa de regresar al seminario mayor a última hora de la tarde. Media hora después, unos jóvenes armados, presuntos separatistas, atacaron el seminario, donde vive monseñor Francis Teke Lysinge, obispo emérito de Manfe. Dada la avanzada edad del obispo, los separatistas prefirieron tomar a monseñor Agbor. Los secuestradores exigen un rescate de 20 millones de francos CFA (unos 30.489 euros) por la liberación de monseñor Agbortoko Agbor”, informa el padre Sinju.

La diócesis pide oraciones por su liberación.

Otros sacerdotes y obispos secuestrados en Camerún

El padre Agbor no es el primer sacerdote secuestrado en Mamfe en el marco de los recientes conflictos armados del llamado "problema anglófono de Camerún" o "guerra de Ambazonia".

El 22 de mayo, el padre Christopher Eboka, director de comunicaciones de la diócesis, fue secuestrado por separatistas y liberado 10 días después, el 1 de junio.

Meses antes, fue secuestrado dos veces el cardenal Christian Tumi, anciano arzobispo emérito de Douala y principal mediador de la crisis anglófona: primero el 5 y el 6 de noviembre de 2020 y luego el 30 de enero de 2021. El cardenal murió en abril, a los 90 años, por causas naturales.

Otro clérigo secuestrado ha sido Michael Miabesue Bibi, entonces obispo auxiliar de Bamenda, en el noroeste, actualmente obispo de Buea en el suroeste: fue secuestrado el 5 y 6 de diciembre de 2018.

En junio de 2019 también fue secuestrado el ahora arzobispo emérito de Bamenda, Cornelius Fontem Esua y dos meses después, George Nkuo, obispo de la diócesis de Kumbo (noroeste), corrió la misma suerte.

En casi todos estos casos, los secuestrados eran puestos en libertad con rapidez, a menudo para obtener interlocutores en negociaciones, llamar la atención mediática o para evitar mayores complicaciones.

Otros casos tuvieron un final trágico. En octubre de 2018 un misionero de EEUU murió por disparos, y el 22 de agosto de 2021 un parroquiano presbiteriano murió y su pastor resultó herido cuando unos pistoleros entraron disparando durante el culto, en un acto del que el Ejército y los separatistas se acusan mutuamente.

4.000 civiles muertos y 700.000 desplazados en Camerún

Desde 2017, ha aumentado la actividad violenta de los independentistas de las regiones anglohablantes, fronterizas con Nigeria, que piden crear un estado propio llamado Ambazonia. Por este conflicto de guerrillas han muerto unos 4.000 civiles, unos 2.000 combatientes (más o menos la mitad de cada bando), unas 700.000 personas se han desplazado a otras zonas de Camerún y más de 60.000 han pasado a Nigeria.

Camerún tiene unos 25 millones de habitantes, de los que un 70% son cristianos (católicos y protestantes), un 20% son musulmanes y el resto se dividen a partes casi iguales entre personas sin religión o seguidores de religiones tradicionales.