Según informa Asia News, dos ancianos obispos chinos han fallecido en las vísperas de la Asunción. El domingo 13 murió Silvestre Li Jiantang, obispo emérito de  Taiyuan (Shanxi), de 93 años, y el lunes 14 Pablo Xie Tingzhe, obispo emérito de Urumqi (Xinjiang), de 86 años.

Monseñor Li Jantang nació en 1925 y fue ordenado sacerdote en 1956. Entre 1966 y 1980 estuvo encerrado en un campo de trabajo forzado. Al ser liberado, volvió allí para servir en la parroquia. En 1994 fue ordenado obispo de la diócesis y se consagró a mejorar las condiciones de la misión de la comunidad. Desde 1996 hasta 2008 fue profesor, y dos años rector, del seminario de Shanxi, clausurado por el gobierno comunista local en 2013. También fundó el seminario menor y el convento de Nuestra Señora de los Siete Dolores. En 2010 ordenó a sacerdote Meng Ningyou como obispo coadjutor de la diócesis y se retiró en 2013. La diócesis de Taiyuan cuenta más de 80.000 fieles.


 
Monseños Xie Tingzhe nunca fue reconocido como obispo por el régimen chino. Su vocación nació muy pronto, e ingresó en el seminario menor de Lanzhou en 1945. Hacia fines de los años 50, siendo seminarista, fue llevado a prisión por negarse a pertenecer a la Asociación Patriótica, organismo títere creado por el régimen comunista a modo de Iglesia paralela cismática. Entre 1961 y 1980 estuvo recluido en una fábrica de Urumqui, en un campo de trabajo forzado. Tras ser liberado en 1980, pudo al fin ser ordenado sacerdote, y optó por servir a los católicos de Xinjiang, donde él pasó casi dos décadas como prisionero. En 1991 fue ordenado obispo de Urumqi de modo clandestino, y en 1994 fue recibido en secreto por Juan Pablo II. Fue muy activo en el uso de internet como vía de difusión del Evangelio, y en los chat enseñaba cantos en latín a los jóvenes. Su diócesis cuenta con casi 9.000 fieles, en una región donde la mayoría de la población es musulmana.