La hermana Benedicta de la Santa Faz, antes llamada Rochelle, acaba de doctorarse pero no en Teología o Filosofía sino en Ingeniería Aeroespacial. Precisamente esta joven india nacida en Kuwait hace 32 años confiesa que “me encontré con Dios a través de mis estudios de doctorado”.

Empezó a sentir “la llamada de Dios” en un retiro en Pune y pese a la importancia de sus estudios cuenta que empezó “a dar prioridad” a Dios frente a los estudios lo que le ayudó a “encontrarse con el amor de Dios”.

“Me uní a la orden religiosa después de mi último examen oral el año pasado y esta fue la primera vez que salí desde entonces”. De este modo, la hermana benedicta ingresó en la Orden de la Reparación de la Santa Faz de Nuestro Señor Jesucristo, nacida a mediados del siglo XX presente en Italia, Polonia, Rumania, Congo e India. En 2008 eran 138 religiosas repartidas en 19 casas.

Así tras ingresar en 2015 en la orden salió para la ceremonia de entrega del doctorado. “He recibido el aliento de mi superiora, la Madre Teresa Margarita, que me dio un permiso especial para asistir a la ceremonia”.


Una mujer y además monja han logrado en India algo complicado tras conseguir doctorarse en el Instituto de Tecnología de Defensa Avanzada, un centro especializado en formación de oficiales de las Fuerzas Armadas de la India, organizaciones de Defensa, fábricas de armas y otros organismos estatales.

Su tesis doctoral se centró en los motores scramjet, que se utilizan sobre todo para vehículos hipersónicos y también para vehículos espaciales.

Sin embargo, esta joven decidió sacrificar una prometedora carrera de éxito profesional y económico como ingeniera para seguir otra vocación, la de la llamada de Dios en un convento de clausura.