¿Cuál es la principal causa de muerte de adolescentes en África? Es una enfermedad muy concreta: el SIDA.

Contra ello lucha el programa DREAM de la Comunidad de San Egidio, que funciona desde hace 18 años ya, ha ido creciendo y hoy ofrece atención sanitaria gratuita en 11 países africanos, con 49 centros de salud y 25 laboratorios de biología molecular.

En 2016, el 73 por ciento de los nuevos casos de VIH entre adolescentes eran en África (según Avert.org). Y se estima que para 2030 habrá otros 740.000 jóvenes que contraerán el virus. Hoy, la mitad de las chicas y chicos con VIH positivo se concentran en seis países. Cinco de estos pertenecen al mismo continente: Sudáfrica, Nigeria, Kenia, Mozambique y Tanzania.

6.000 adolescentes tratados en centros DREAM

Unos 6.000 adolescentes están siendo tratados en los centros de salud del programa comunitario de San Egidio. La mitad de estos están en Mozambique, más de 1.000 en Malawi y más de 800 en Kenia. En los tres estados, DREAM tiene tres proyectos, financiados por la Agencia Italiana de Cooperación y Desarrollo, Malawi I Care,- Mozambique PASS  y el Global Fund contra el sida. 

Combatir el SIDA entre los adolescentes a menudo significa actuar antes de que nazcan. La mayoría de los niños y niñas, de hecho, contraen el virus perinatalmente (lo transmiten las madres a los hijos en el parto o previamente), mientras que el resto se infecta ya al crecer, mediante relaciones sexuales.

Con atención, cien mil bebés de madres con VIH han nacido sanos

Desde 2002 hasta la fecha, DREAM ha conseguido que 100.000 niños de madres VIH positivas nacieran sin contraer el VIH, ofreciendo a las mujeres embarazadas un servicio gratuito y de calidad para prevenir la transmisión del virus a sus hijos.

Estas mujeres jóvenes son uno de los grupos más vulnerables al VIH. Las niñas que a menudo viven en la pobreza o sufren violencia y no tienen la oportunidad de protegerse del VIH.

“Alrededor de los centros DREAM - explica a la agencia Fides Paola Germano, directora de DREAM - hay movimientos de adolescentes que han superado la fase de estigmatización y se han comprometido a hablar sobre el VIH a sus coetáneos sanos, en las escuelas y en los lugares de reunión. Son movimientos de adolescentes forzados por la enfermedad a una madurez precoz, que gracias al cuidado y la inclusión del grupo recuperan la confianza y la esperanza. Su contribución para superar el estigma del VIH entre los jóvenes es inestimable”.