Garo Paylan, diputado cristiano de origen armenio del grupo parlamentario del Partido Popular Democrático (filo-kurdo), inició su discurso en la Asamblea Nacional Turca, pronunciando la palabra “Salve” en armenio (“Parev”), trayendo a la memoria del país el 101° aniversario del genocidio armenio, iniciado en 1915.

Su discurso se realizó el 21 de abril en Ankara, en vísperas de la jornada que recuerda el genocidio armenio, fijada el 24 de abril. El genocidio causó el exterminio casi total de la población armenia, deportando hacia los desiertos sirios e iraquíes los pocos restos.

Gracias al final de la Primera Guerra Mundial y a la derrota del Imperio Otomano turco, los pocos sobrevivientes reconstruyeron la que hoy es la diáspora armenia en el mundo.

Tal diáspora está compuesta por nietos y descendientes de aquellos sobrevivientes- huérfanos y viudas esqueléticos, casi sin semblanza humana- que todavía luchan para que Turquía detenga la falsificación histórica y su negacionismo de estado. Todavía hoy, de hecho, el gobierno se niega a reconocer el genocidio llevado a cabo contra los armenios, y ésta es una de las causas de tensión entre la Unión europea y Turquía,así como también con la Santa Sede.

Los tribunales turcos pueden condenar hasta a tres años de cárcel a cualquiera que nombre el genocidio armenio en público.

Los turcos de origen armenio, los armenios de la diáspora y muchos países del mundo piden a Ankara que reconozca el “Gran Mal” del exterminio y que pida perdón por ello.

El diputado Garo Paylan pidió al gobierno que “inicie una investigación” relativa al “asesinato de los trece diputados armenios del parlamento turco en 1915”, asesinados con modalidades bárbaras por el sólo hecho de ser armenios, a pesar de tener inmunidad parlamentaria.

“Uno de cada dos ciudadanos, en estas tierras, era armenio o bien armenio en parte”, recordó el diputado Garo Paylan. “Vosotros- continuó- tratáis de justificar los acontecimientos con la excusa de la guerra”

“Admitamos que hubiese habido una guerra entre armenios y turcos” dijo Paylan, “admitamos por hipótesis que hubiese habido armenios que se pasaron al campo ruso. ¿Qué culpa tenía de ello la población entera? ¿Por qué exterminar a los niños, a mujeres, a ancianos en zonas lejanas, a miles de quilómetros de la frontera ruso- turca?”.

“Yo estoy aquí” recordó Garo Paylan “porque un vecino de casa turco quiso salvar, escondiéndolo en su casa en Malatya, a mi abuelo que en aquél entonces era un niño”.



Algunos nacionalistas turcos que estaban en el recinto trataron de tapar la intervención del diputado cristiano, que duró seis minutos.

Pero él continuó y mostró, una a una, las fotos de los diputados otomanos armenios que fueron asesinados durante el genocidio de 1915:

-Krikor Zohrab, diputado por Estambul;
-Bedros Haladjian, diputado por Estambul;
-Nazaret Daghavarian, diputado por Sivas;
-Garabed Pashaian, diputado por Sivas,
-Ohannes Seringulian, diputado por Erzurum;
-Onnik Teresekian, diputado por Van;
-Hampartsum Boyadjian, diputado por Kozan;
-Vahan Papazian, diputado por Van;
-Hagop Babikian, diputado por Terkidg;
-Karekin Pasdermedjian, diputado por Erzurum;
-Kegham Der Garabedian, diputado por Mush;
-Hagop Boyadjian, diputado por Terkidag;
-Artin Boshgezenian, diputado por Alepo.

De cada uno de ellos, dio breves detalles sobre sus trágicos destinos durante el Genocidio.

El diputado armenio condenó el hecho de que muchas calles, plazas, escuelas y hospitales estén dedicados a quienes perpetraron el Genocidio. “¿Se pueden imaginar- dijo- ir a Alemania y pasear por una calle dedicada a Adolf Hitler?”.

Paylan no dijo que, quienes llevaron a cabo el genocidio, tienen también un mausoleo sobre una colina de Estambul, donde están sepultados como héroes.

Al final de su disertación, los silbidos de los turcos nacionalistas fueron cubiertos por un coro de aplausos de parte de los diputados kurdos, y Garo Paylan concluyó, tal como había iniciado, en lengua armenia, diciendo: “Azdvaz irentz Hokin Lusavore”, “Que Dios cubra de luz sus almas”.