La Asamblea de los Patriarcas y Obispos Católicos en el Líbano (APECL) ha hecho público, en un comunicado difundido el 14 de noviembre, el resultado de los trabajos de la sesión anual que se celebró del 9 al 14 de noviembre, y se centró en la "cooperación pastoral entre las Iglesias católicas en el Líbano".

Más allá de las preocupaciones de la más estricta naturaleza eclesial, la sesión de la Apecl parece haber sido dominado por las agitaciones geopolíticas en curso y la noticia de la terrible masacre de París, continuación de la matanza de Bourj el-Brajneh (Beirut); dos ataques reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI), que los patriarcas y obispos han condenado en términos muy claros.

Relegado a la última parte del documento, los temores sobre cuestiones geopolíticas del Apecl se reflejan en el hecho de que la seguridad ya no está al alcance de los Estados de la región.

Y por eso el APECL cree que "la seguridad regional se ha convertido en responsabilidad internacional".

Condenando la violencia que sufren los cristianos y otras minorías en Siria e Irak, la Apecl presiona a la comunidad internacional y de las principales potencias mundiales, para poner fin a la guerra y llegar a una "solución pacífica" al conflicto, "respetando la derechos internacionales que garantiza los derechos de los pueblos y los Estados y garantizar su integridad territorial". Es una clara alusión a los proyectos de dividir Siria, a lo que se oponen firmemente todas las Iglesias Orientales.

Al mismo tiempo, en su homilía dominical el patriarca maronita, el cardenal Bechara Rai, condenó enérgicamente los ataques terroristas que golpearon Beirut y París, lamentando el hecho de que algunos países apoyan grupos terroristas "financiera y moralmente".

El jefe de la Iglesia maronita también se refiere a la duplicidad de algunos Estados de la región, cuyas relaciones con los grupos extremistas islámicos más violentos son cuanto menos ambigua.


En cuanto a la "colaboración pastoral entre las Iglesias de Oriente" en el sentido estricto, el informe dice que los participantes "hicieron propuestas concretas para fortalecer [esta cooperación], con el objetivo de establecer mecanismos concretos para trabajar en el fortalecimiento de la comunión entre las Iglesias" .

Sin embargo, en estas propuestas concretas en la actualidad no hay elementos de claridad. La dimensión social de la encíclica “Laudato Sì”  es completamente ignorada en esta asamblea, que se centra en los temas ambientales, como lo demuestra el hecho de que el estudio de esta encíclica fue confiada a la "Comisión de salud de la Apecl, lo que la convierte a la vez en Comisión de la salud y el medio ambiente".

Dicho esto, la Apcl asegura que fueron alertados del rendimiento de las congregaciones religiosas en las áreas de escuelas y hospitales, así como los de Cáritas Líbano; Al mismo tiempo, se pide al Estado que asuma sus responsabilidades en términos de la vida social, incluido el pago de los atrasos a las escuelas gratuitas.

Por último, con respecto a su oficio en la reducción y personalizar el procedimiento para la declaración de nulidad de un matrimonio, la Asamblea ha escuchado las explicaciones del decano del Tribunal de la Sacra Rota Romana Pío Vito Pinto. Estas disposiciones se aplicarán en los tribunales y por los obispos en cuestión, a partir del 8 de diciembre, la fecha de inicio del Año de la misericordia.

En el ámbito interno, la Apcl muestra satisfacción por la celebración de la sesión legislativa del Parlamento libanés, que se celebró el 12 y 13 de noviembre del año pasado, que hizo hincapié en que "esta Asamblea no puede legislar durante la vacancia de la oficina presidencial". En pocas palabras, que la excepción no puede convertirse en la regla. Por último, el informe hace hincapié en la necesidad de elegir a un nuevo presidente como "necesario preludio del proceso que conduce al bien común".