El año pasado las Hijas de la Caridad de la Tercera Orden de San Francisco celebraron el centenario de su fundación. La congregación se fundó en 1920 en la actual Croacia y, 8 años más tarde se incorporó a la Tercera Orden de San Francisco. Hoy están presentes en 14 países de Europa, África e Iberoamérica con 52 comunidades. 

El trabajo de esta comunidad de religiosas se centra en ayudar allí donde la gente sufre necesidades físicas o espirituales. Atienden a enfermos y necesitados, enseñan en escuelas -están especialmente preocupadas por la educación y formación de niñas-, y en las parroquias dirigen las catequesis y otras tareas importantes. 

La comunidad de Maluku, bendecida con jóvenes vocaciones

Estas religiosas tienen una comunidad en la República Democrática del Congo, uno de los países más pobres del mundo, bendecida con jóvenes vocaciones. En Maluku, en la Archidiócesis de Kinshasa, hay 2 religiosas que ya han emitido sus votos perpetuos, 1 hermana con votos temporales y 5 jóvenes que todavía están comenzando su formación.

Las religiosas de Maluku se dedican especialmente a las niñas, a niños en riesgo y a madres jóvenes necesitadas de ayuda. Sin embargo, como no tienen ingresos, dependen de ayuda externa para pagar el alquiler de su casa, la electricidad, el agua, la comida, la atención médica, el transporte y demás cosas imprescindibles.

Aunque viven modestamente, todo esto supone una carga económica demasiado grande para ellas. Por desgracia, cada vez es más difícil obtener apoyo de las compañeras de otros países debido a la crisis económica y la pandemia que están dificultando también su supervivencia.

Por esta razón, las religiosas han recurrido esperanzadas a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN). La Hna. Mirela y sus compañeras confían en la providencia divina, pero también en la generosidad de los benefactores.  

Por eso puedes ayudar aquí a estas religiosas a través de la campaña “Que haya sitio en tu posada” de ACN.