El Cardenal Vinko Puljic, Arzobispo de Sarajevo y Primado de Bosnia y Herzegovina,  ha afirmado en una reciente entrevista que Europa debe redescubrir sus raíces cristianas para así no temer y hacer frente al radicalismo musulmán que se acentúa en el continente cada vez más, señala la agencia de noticias ACI.

En diálogo con la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), Vinko Puljic advirtió que Bosnia y Herzegovina es una de las puertas de entrada a Europa para el islam radical, que se está extendiendo rápidamente por el viejo continente.

Hay una gran inversión de los países árabes que construyen mezquitas e incluso aldeas enteras para hacer vivir a quienes vienen aquí desde sus naciones. Con los musulmanes eslavos tenemos buenas relaciones, pero con los radicales islamistas que vienen del mundo árabe es difícil hablar. Sobre todo porque, especialmente a nivel político, ignoran nuestra presencia”, comentó a Ayuda a la Iglesia Necesitada.

Señaló que “Europa no conoce bien al islam y no entiende qué significa vivir al lado del radicalismo islámico”.

Además, el Purpurado lamentó que actualmente en el continente solo se preste atención “al materialismo y no a la dimensión espiritual del hombre”.

“Europa debe aprender a proteger sus raíces cristianas, de lo contrario seguirá temiendo al radicalismo”, aseguró.

El Arzobispo de Sarajevo también relató a Ayuda a la Iglesia Necesitada que debido a la difícil situación política y a la discriminación que sufren en el país desde el final de la Guerra de Bosnia en 1995, se estima que unos 10 mil católicos emigran cada año.

“Nuestra pequeña comunidad ha ido disminuyendo de año en año, debido a la ausencia de igualdad tanto a nivel político como jurídico, algunos no encuentran trabajo, otros tienen trabajo pero ya no pueden vivir. Un país donde no disfrutan de los mismos derechos que otros ciudadanos”, lamentó.

Para hacer frente a la situación, Ayuda a la Iglesia Necesitada Italia ha lanzado la campaña titulada “No hay Europa sin Cristo”, para ayudar económicamente a los estudiantes del seminario Redemptoris Mater di Vinnitsa en Ucrania y para ampliar el centro juvenil San Juan Pablo II en Sarajevo.

En este último lugar, la Iglesia local busca fomentar un clima de tolerancia en los jóvenes e incluso acoge a aquellos que son de otras religiones.

“Pero no podemos hacerlo solos, porque somos una pequeña realidad”, señaló el Purpurado, que agradeció que se les brinde apoyo.