Los cristianos en Siria se sienten abandonados y arriesgan su vida cada día, entretanto las iglesias están activas y están llenas de fieles durante las misas. Lo indicó a Zenit Damaan Daoud, que era un guía turístico de los italianos antes del inicio de la guerra. Samaan es uno de los católicos sirios que tuvo el coraje de quedarse en su país.

Dadoud ha hablado también de las tradiciones navideñas en su país, que vivirá las festividades en una mezcla de desesperación y esperanza, auténtico símbolo de la pasión de Jesús en la cruz.

-Inicié como guía turística con grupos de italianos en 1994, pero desde 2011 he perdido ese trabajo. Sigo trabajando como guía, pero no para turistas, sino para periodistas en los campos de batalla del conflicto. Me encontraba en Maalula cuando en septiembre de 2013 la ciudad fue tomada por los fundamentalistas de Al-Qaeda del frente Al-Nusra. Actualmente también hago traducción de libros de los salesianos.

-Navidad es una fiesta nacional en la que todo el pueblo participa, aunque sólo los cristianos ponen el pesebre. Sin embargo, la mayoría de los sirios arma el árbol de Navidad en su casa. Hay cristianos que hacen también el ayuno navideño, que dura cuarenta días y que representa una antigua tradición cristiana en Oriente Medio. Además, en este mes hay muchos conciertos en iglesias y teatros. Las calles se decoran con adornos navideños, pero en los últimos tres años estos adornos ya no se ven, porque muchas familias perdieron a sus seres queridos y el país está medio destruido. En estos tres años en Siria se han destruido unos tres millones de casas.

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-La víspera de Navidad todos los cristianos van a la iglesia para la misa, después por la noche cenan. El día de Navidad todas las familias se reúnen en donde está el jefe de la familia y cada zona de Siria tiene su plato tradicional. Por ejemplo, el más famoso en Damasco es el Kibbebh (grano molido fino con carne de cabrito, pistacho, cebolla y con yogurt cocido).


-Los cristianos en Siria tienen miedo y viven con mucha preocupación. Están en la mira del fanatismo y del radicalismo islámico. Somos un objetivo fácil de atacar y hemos tenido muchos mártires cristianos en esta absurda guerra. Casi la mitad de los cristianos huyeron del país. La mayor parte de la comunidad cristiana que se encuentra en Alepo se encuentra en peligro porque tanto el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) y sus milicianos como los de Al-Nusra los amenazan continuamente.

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-Los cristianos huyen de Alepo: estuve allí hace un mes y vi mucho sufrimiento y miedo. Lo mismo vale para los cristianos del noreste de Siria, en la zona de Al-Qamishli, donde Estado Islámico, que rodea la zona, ha asesinado y secuestrado a muchos cristianos, apropiándose también de sus terrenos. Es imposible quedarse en Siria si no se garantiza paz y seguridad. Es imposible pedirle a los cristianos que se queden. En Occidente algunos nos critican porque estamos con el régimen de Damasco, pero no entienden que la oposición al régimen es aún más sanguinaria. El milagro es que, a pesar de las enormes dificultades, los desplazados y refugiados cristianos mantienen una fuerte fe en Jesús, el Emanuel, y las iglesias están llenas de fieles.