La primera obispesa anglicana del mundo fue Penny Jamieson, ordenada en Nueva Zelanda en 1990, cuando llevaba sólo 5 años de sacerdotisa. Han pasado 24 años y ahora la Iglesia anglicana “madre", la de Inglaterra, es la que ha designado por primera vez una obispesa.

Se trata de la señora Libby Lane, de 48 años, casada, con dos hijos, que lleva 7 años como pastora de dos parroquias en la diócesis de Chester, al norte de Inglaterra. Será la obispesa de Stockport.

Al conocer la noticia ha declarado que se siente “muy emocionada” y que el nombramiento es “inesperado”. Su marido también es clérigo anglicano, capellán del aeropuerto de Manchester. De hecho, fueron ordenados (en el sentido anglicano de ordenar) a la vez.



El premier británico, David Cameron, la ha felicitado a traves de Twitter: “Enhorabuena a la reverenda Libby Lane por convertirse en la primera obispa de la Iglesia. Un nombramiento histórico y un día importante para la igualdad”. El arzobispo anglicano de Canterbury, Justin Welby, ha expresado que está “absolutamente encantado”.

Con 24 años de obispesas en la Comunión Anglicana, es posible hablar ya de los frutos. No parecen haber atraído fieles, ni de sexo femenino ni masculino. De hecho, las iglesias anglicanas con obispesas han perdido fieles sin cesar.



Ordenación de la neozelandesa Penny Jamieson en 1990; después de 24 años, sabemos los efectos de tener obispesas en iglesias anglicanas


El caso de Nueva Zelanda es importante por ser una de las iglesias anglicanas más precoces en su femismo clericalista. Empezaron a ordenar mujeres como sacerdotisas anglicanas ya en 1977. Después de 24 años de obispesas y 36 de sacerdotisas, queda demostrado que la práctica no sirve para frenar la pérdida de fieles. 

Se puede ilustrar con datos del s.XXI: al empezar este siglo, en 2001 las personas que se declaraban católicas en el Censo de Nueva Zelanda eran el 14% (485.000), frente a las que se declaraban anglicanas, que eran un 16,7% (585.000).

En cambio, doce años después, el censo de 2013 mostró el bajón del sentimiento de pertenencia anglicano, que contaba ya sólo con un 10,6% de adherentes (460.000), mientras que el catolicismo le superaba por primera vez en la historia del país, con un 11% (492.000). Es la primera vez en la historia neozelandesa que el catolicismo es la religión con más adherentes.

Aunque en estos años el catolicismo ha bajado en porcentaje, en números absolutos ha crecido ligeramente. Es la única denominación cristiana que puede decir eso: todas las demás han bajado.


La Iglesia Episcopaliana (anglicanos progresistas de EEUU) ha adoptado todo tipo de medidas para contentar al pensamiento “progre” políticamente correcto.

En 1976, los episcopalianos [anglicanos de EEUU] aprobaron el “sacerdocio” femenino.
En 1989, se designó la primera obispa episcopaliana.
En 1994, los episcopalianos prohibieron toda terapia para dejar la homosexualidad.
En 2000, los episcopalianos aceptaron como algo correcto el sexo fuera del matrimonio.
En 2003 ordenaron como obispo a Gene Robinson, un señor divorciado de su esposa, con dos hijos, que vivía «maritalmente» con otro hombre (en 2011 dejó el cargo, aunque sigue siendo “lobbista” en el clero anglicano). Fue el primer obispo homosexual activo.
En 2006 el episcopalianismo admitía el matrimonio homosexual.
En 2010 presumía de ordenar en Los Ángeles a una obispa lesbiana activa.
El 1 de enero de 2011 un obispo episcopaliano casaba con boato mediático a dos sacerdotisas lesbianas episcopalianas, una de ellas la famosa militante abortista Katherine Ragsdale.

Nada de todo esto ha atraído fieles a esta iglesia. De hecho, los episcopalianos han perdido un tercio de sus fieles en lo que va de siglo XXI: tenían 3,4 millones de fieles en 2001, pero era ya sólo 1,8 millones en 2013, de los que 623.000 son practicantes.


La prensa suele recordar estos días que la Comunión Anglicana cuenta con “80 millones” de fieles. En ReligionEnLibertad repasamos hace dos años los datos de cada país “anglo” occidental (a menudo los da cada iglesia nacional en su web; otras veces –menos- son estudios estadísticos).

Constatamos que si sumamos todos los anglicanos declarados de Canadá, de Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia, Irlanda y Reino Unido, suman algo menos de 21 millones de miembros declarados, de los que no llegan ni a 2,6 millones de feligreses practicantes… es decir, entre 3 y 4 veces menos que los 8 o 10 millones de españoles que pueden encontrarse en misa en un domingo cualquiera.

Tener sacerdotisas durante décadas en todos estos países no ha detenido el bajón de estas iglesias.
Los lugares donde crece el anglicanismo es África y Asia, con iglesias anglicanas que no tienen sacerdotisas ni obispesas y desde luego no quieren ni oír hablar de clero homosexual o bodas gays.

Para entender la magnitud de estas iglesias, hay que considerar que en África del Sur hay 2 millones de anglicanos, en Sudán hay 5 millones, en Uganda hay 8 millones, en Kenia y Tanzania suman más de 4 millones, en India hay 5 millones y Nigeria es el país con más anglicanos del planeta, con 18 millones. Los 2,6 millones de anglicanos practicantes en los países opulentos y con doctrinas progresistas no convencen mucho en África y Asia (aunque aprecian sus donativos).


Hay sacerdotisas anglicanas en Inglaterra desde 1994. En 2010 fueron ordenadas por primera vez más sacerdotisas que sacerdotes: 290 mujeres frente a 273 hombres. Desde el año 2000, cada año se ordenan unos 500 nuevos clérigos, pero también es cierto que cada año se jubilan unos 300 y otros 200 o 300 se retiran por diversas causas. Tener clero casado desde hace 5 siglos no basta para fidelizarlo.

En total, el clero de la “Iglesia de Inglaterra”, con 16.000 templos, consta de unos 8.000 sacerdotes varones y 3.500 mujeres. (Por comparar: la Iglesia Católica en España cuenta con unos 25.000 sacerdotes).


Además, las reverendas son mucho más liberales teológicamente que los reverendos, según mostró un estudio de 2002 llamado “Cost of Conscience” (por Christian Research), en el que se analizaba las creencias del clero anglicano masculino y el femenino a partir de afirmaciones que se proclaman en el Credo (idéntico al católico) en los oficios anglicanos. Los resultados eran muy claros.

-Creo en el Espíritu Santo: 77% sacerdotes, 74% sacerdotisas
- Creo en Dios Padre: 83% sacerdotes, 74% sacerdotisas
- Creo en la Trinidad: 78% sacerdotes, 70% sacerdotisas

Cuando el Credo habla de Jesús, las diferencias aumentan:

- Creo que Jesús murió para quitar el pecado del mundo: 76% sacerdotes, 65% sacerdotisas
- Creo que el cuerpo de Jesús resucitó de entre los muertos: 68% sacerdotes, 53% sacerdotisas
- Creo que Jesús es el único camino para ser salvado: 53% sacerdotes, 39% sacerdotisas.
- Creo que Jesús nació de una Madre Virgen: 58% sacerdotes, 33% sacerdotisas.

Lea también la historia de cómo los parlamentos escandinavos obligaron a sus iglesias luteranas a ordenar obispesas (y cómo Inglaterra ha copiado el modelo).