En un solo día, los gobiernos regionales de 3 provincias chinas han ordenado la demolición de dos iglesias católicas y la retirada de una cruz que estaba en el techo de una tercera.

El clero local denuncia que las estructuras fueron demolidas sin el acuerdo con la comunidad o dspreciando los planos preestablecidos.

El párroco de una de las iglesias destruidas, que trató de impedir el paso a las excavadoras, fue atado y llevado por la policía.

La iglesia de Jinxi, en la provincia central de Hunan, fue demolida el 15 de septiembre pasado. La iglesia dedicada a la Virgen de Jingdezhen, en la provincia oriental de Jiangxi, fue destruida después de la medianoche del mismo día. La cruz de la iglesia de Jingtou, en la provincia meridional de Zhejiang, fue destruida el 15 de septiembre.

La narración de estas demoliciones se publicó en los sitos de internet católicos chinos.

El primero en circular, firmado por "la Iglesia católica de la ciudad", comenta que el padre Dong Guohua, párroco de la iglesia de Jingdezhen fue engañado por los agentes de Asunto religiosos. Le convocaron a una cena la noche del 14 de septiembre a un lugar muy distante de la iglesia con la excusa de hablar de una reestructuración de la parroquia. Después de hablar hasta tarde, le convencieron para que se quedase a dormir en una habitación reservada "a propósito para él".

A medianoche, una llamada telefónica lo despertó para informarlo que la iglesia había sido demolida.

El otro texto está firmado por "el guardia de la iglesia". El autor escribe que fue raptado por algunos desconocidos mientras estaba de guardia en el ingreso de la parroquia.

Los raptores le dijeron que estuviese calmo y cooperase "para que todo terminase bien".

Después de haber pasado toda la noche en un automóvil, lo abandonaron la mañana del 15 de septiembre lejos de la parroquia.

Volviendo al lugar, encontró sólo ruinas. Algunos artículos religiosos se los llevaron antes de la demolición, pero el tabernáculo fue dañado por las excavadoras y cubierto de escombros.



Este solar era una parroquia... hasta la noche del 15 de septiembre cuando las excavadoras del gobierno local lo derruyeron todo

La destrucción de la iglesia de Jinxi fue confirmada a la agencia Ucan, por el obispo de Changsha, Metodio Qu Ailin.

El prelado confirma que el gobierno local "había elegido los terrenos para un proyecto de desarrollo. Le habían prometido que le habrían construido otra iglesia antes de la demolición. Lo hicieron, pero no han construido ni un lugar para los sacerdotes ni el oratorio. No sabemos qué hacer".

El sacerdote arrestado delante de las excavadoras "fue liberado y los agentes pidieron disculpas". "Ahora está en un hostal".

Desde hace meses en China hay toda una campaña de demolición de iglesias cristianas. El epicentro de esta campaña es justamente la provincia de Zhejiang, donde casi un centenar de iglesias fueron destruidas o les han removido las cruces.

Las autoridades locales sostienen que los lugares de culto violan los planos municipales, aunque los planos de construcción de las iglesias fueron todos aprobados por la administración competente en su momento.

En realidad, la campaña inició después que Xia Baolong, secretario del Partido de Zhejiang, al inicio del año realizó una inspección y notó en Baiquan una iglesia con una cruz que se mostraba "demasiado evidentemente" y ofensiva a la vista.

Viendo después en otras ciudades una selva de cruces en el skyline, dio la orden de "rectificar" esta visión.

Desde ese momento, demoler las cruces, destruir las estatuas y demoler iglesias se convirtió en el compromiso más conspicuo del Partido.

El obispo Vicente Zhu Weifang de Wenzhou (Zhejiang) y sus sacerdotes de la Iglesia oficial difunden los actos del gobierno local y los denuncian ante la opinión pública.

En una carta pastoral, difundida el pasado 30 de julio, el prelado subrayó que esta campaña "aumenta la inestabilidad".