La historia de Meriam Yahya Ibrahim no necesita premisas. En todos los rincones del mundo se ha difundido la noticia de esta joven madre cristiana condenada a muerte por apostasía por un tribunal de Sudán. Y en todos los rincones del mundo se ha alzado un grito de indignación por una condena que de un solo golpe ha descalificado años de trabajo a favor de los derechos humanos y de la libertad religiosa.

La movilización internacional por la liberación de la mujer ha sido masiva. La primera en lanzar la alarma fue la ONG Italianos por Darfur (www.italianblogsfordarfur.it), asociación por los derechos humanos con sede en Roma, guiada por la presidenta Antonella Napoli que ha luchado hasta el final para que Meriam fuera liberada.

Y así ha sido, aunque si problemas burocráticos unidos a su documentación, ha obligado a la mujer y a su familia refugiarse en la embajada estadounidense de Jartum, sin posibilidad de dejar el país.

Precisamente hasta allí ha acudido en estos días Antonella Napoli y esta entrevista a ZENIT cuenta este momento emocionante vivido junto a su "protegida".

- Ha sido uno de los momentos más importantes de mi vida, una grandísima emoción. Tanto como experiencia personal como profesional. Yo hablaba en inglés a través de su marido Daniel porque Meriam sólo habla árabe. Después de haber estado comprometida con ella durante meses, verla sana y salva con el marido y sus hijos, me ha dado una gran satisfacción. He visto de forma concreta lo importante que es nuestra acción. Si Meriam está bien es precisamente gracias a todos los que hemos luchado por su libertad.

-Creo que sí. Es más, ¡estoy convencida de que la movilización ha sido fundamental!

-Cansada pero serena, en espera del último escollo: el archivo de las acusaciones por falsificación de documentos. Meriam no ve la hora de dejar Sudán. Lo mismo siente su marido Daniel, que está siempre a su lado.

-- Lo de Meriam era más bien una duda. Ella estuvo obligada a dar a luz sin la posibilidad de abrir bien las piernas, por las cadenas en los tobillos, y temía que esto hubiera causado daños irreparables en la pequeña. Pero el médico que ha visitado a la pequeña en el embajada no ha destacado nada preocupante. Aún será necesaria una ecografía más profunda para descartar cualquier duda.

-Hay una denuncia pendiente, pero el proceso de falsificación de documentos está parado. El jueves pasado, por ejemplo, el abogado fue al tribunal para una audiencia, pero el procurador que debería decidir el archivo de la causa no ha aparecido.

-Les he prometido a ella y a Daniel que cuando todo acabara les organizaba un viaje a Italia. Esperemos que se concluya esta situación y después trabajaremos en esto.

-En seguida fuimos informados del caso de esta mujer en Sudán y comenzamos a seguirlo durante algunas semanas. Decidimos mantener un perfil bajo porque esperábamos que se pudiera resolver en un periodo breve, sin embargo después llegó la condena. Cinco minutos después que supimos la noticia de que Meriam había sido condenada a muerte en la horca, se incluyó la petición que ya habíamos preparado. Algunas horas después el periódico Avvenire [de la Conferencia Episcopal Italiana] lanzó nuestro llamamiento y después la reacción fue en cadena.

-No quiero hablar de temor sino sólo de esperanza. Mi deseo es que la nueva acusación sea archivada pronto y que finalmente esta madre valiente sea libre de comenzar de nuevo a vivir serenamente con su marido y sus dos pequeños hijos.