Cuando en 2003 los Estados Unidos guiaron a la coalición de aliados contra el régimen de Saddam Hussein, el actual cardenal Louis Sako, hoy líder de la Iglesia católica de Irak, era párroco en Mosul. Desde entonces, el purpurado siempre ha conservado en los ojos las imágenes de la destrucción y las lágrimas que la guerra deja tras de sí.

Por esto, al leer las noticias que se publican desde hace algunos días sobre Siria, no consigue esconder su resentimiento hacia quienes esconden tras la bandera de la democracia y la libertad otros intereses de otro tipo. El patriarca caldeo está convencido, además, de que una intervención militar en esta región encendería la mecha que haría explotar un conflicto confesional aún más destructivo, que acabaría por crear un nuevo Oriente Medio dividido en pequeños estados.

- Creo que siempre es posible un diálogo valiente que busque el bien común y que incluya a todos en la política. La solución debe ser política y no militar. La guerra es siempre un mal, complica la situación y no resuelve nada. Creo que un país neutral o un grupo de políticos o jefes religiosos podrían organizar este encuentro, porque no tienen intereses. Una intervención militar por parte de EE.UU. matará a muchos inocentes y destruirá infraestructuras y casas (piensen en el caso de Irak) y no se saben sus consecuencias sobre Siria y sobre los países vecinos. Además, ¿con qué derecho, venden armas a Siria e Irak y después las atacan?

- No entendemos la política occidental. ¡No hay valores! Ved la situación en Egipto, Libia, Túnez, Irak, Yemen y ahora Siria, ¡no entendemos por qué quieren cambiar un régimen dictatorial a favor de otro peor! En Egipto, se fue Mubarak y vino Morsi: ¡qué cambio! Conflictos, corrupción y más pobreza. Lo mismo en Libia, Yemen... ¿Dónde están la democracia y la libertad? ¿Qué hace Occidente para aplicar la democracia? ¡Sólo son eslóganes y excusas para hacer la guerra! Diez años después de la invasión americana en Irak no tenemos democracia. Cada día hay explosiones, muertos y daños. Si Occidente quiere verdaderamente la democracia, debe educar a la gente a la democracia y ayudarles a realizarla, y no crear tensiones y conflictos. ¡Occidente sólo ve sus propios intereses económicos! ¡Qué moral! Las reformas se hacen don el diálogo y hacen falta tiempo y buena voluntad, ¡y no bombas!

- Por desgracia hoy ni Occidente aprende la lección, ni tampoco Oriente. ¿Qué han aprendido los americanos de la guerra de Irak? ¿Qué han aprendido los regímenes de la región para hacer las reformas? Lo que hace la situación siria tan complicada es la intervención de los gobiernos de otros países en los asuntos internos de Siria. Los países musulmanes, Arabia Saudita, Qatar y Turquía apoyan a la oposición sunita, así como algunos países occidentales. En cambio, Iran, Hizbollah, Rusia están a favor del régimen. ¡Es un conflicto confesional que pretende un nuevo Oriente Medio dividido en pequeños Estados!

-- Hace falta un consenso. Cuando los grandes poderes no apoyan la violencia sino que empujan al diálogo, las cosas cambian. Están los ejemplos de Ghandi en India y de Mandela en Sudáfrica. La lucha de unos contra otros es por el poder, no para traer democracia y reformas. ¡Así que no les vendan armas!

- ¡Hacer manifestaciones y marchas en todos los países para parar la intervención: Movilizar a la opinión pública mundial para buscar soluciones civilizadas y pacíficas!

- Pobres cristianos. Son una minoría sin importancia que quiere vivir en paz y estabilidad. Los cristianos han aprendido que la primavera árabe ha traído desastres y no reformas. Los fundamentalistas han aprovechado la situación para aplicar la ley musulmana, la shari’a. Para ellos, un dictador es mejor que un régimen religioso cerrado que no acepta a los demás. ¡Occidente no entiende el discurso religioso dominante! ¡Los musulmanes creen que detrás de sus desgracias (creación de Israel) están Occidente y los cristianos, y por tanto la solución es un estado religioso y no uno laico!

- Una intervención militar empobrece a todos y trae confusión y miseria. Hay que abrir los ojos alrededor y ver la situación en Libia, Túnez, Irak, Egipto....