El primer ministro egipcio, Hazem al Beblaui, condenó este jueves las «acciones criminales» que sufrieron ayer varias iglesias en el país, informó la agencia estatal de noticias Mena. El jefe de Gobierno expresó, además, por teléfono al patriarca de la iglesia ortodoxa copta, Teodoro II, su solidaridad y pésame por los actos de violencia e incendio de iglesias en varias provincias del país.

«La unidad de musulmanes y cristianos es una línea roja y las fuerzas de la oscuridad y el terrorismo no lograrán afectar o debilitarla», destacó Al Beblaui. Asimismo, advirtió de que su Ejecutivo afrontará con firmeza cualquier intento de agredir los lugares de culto y los ataques a cristianos.

Por su parte, el jefe del Ejército egipcio y ministro de Defensa, general Abdel Fatah al Sisi, ordenó este jueves al departamento de Ingeniería Militar reconstruir y reparar rápidamente todas las iglesias atacadas. Según Mena, la decisión de Al Sisi fue adoptada "en respuesta al papel patriótico que desempeñan los cristianos en Egipto".

El Ministerio del Interior egipcio anunció que un total de siete iglesias fueron incendiadas o dañadas ayer por los seguidores de los Hermanos Musulmanes. Los ataques se produjeron en el Norte del Sinaí, en el noreste del país, y en las provincias de Asiut, Minya y Sohag, ubicadas al sur de El Cairo.