Durante la misa del domingo 26 de mayo en el pueblo de Toulfé, en el norte de Burkina Faso, ocho hombres fuertemente armados llegaron hacia las nueve de la mañana a bordo de cuatro motocicletas.
 
La comunidad católica acababa de reunirse para celebrar la Eucaristía. Los agresores dispararon a discreción. Tres feligreses murieron en el acto por los disparos y otro asistente murió algo más tarde a causa de la gravedad de sus heridas. Otras personas resultaron heridas por el ataque. 
 

Los difuntos son el catequista jubilado Bruno Yampa, y tres fieles con el mismo apellido: Simon, Michel y Louis Ganame. Entre los heridos está el catequista Laurent Yampa.

Toulfé es un pueblo a unos veinte kilómetros de Titao, la capital de la provincia norteña de Loroum. Su comunidad cristiana depende de la Parroquia de Nuestra Señora de Toda Alegría en Titao (aquí, en su Facebook, se pueden ver fotos de la vida cotidiana en la parroquia de Titao)

Domingo de Ramos de 2019 en Titao, a 20 km del atentado; las palmas son también símbolo de la victoria de los mártires que llegan al cielo al haber derramado su sangre por Cristo

Una nota firmada por el obispo de Ouahigouya, Justin Kientega, exhorta: "Unamos nuestras oraciones por el reposo en Dios de los mártires, por un rápido restablecimiento de los heridos, por el consuelo de las familias desoladas, por la conversión de los agresores y por la paz en nuestro país, Burkina Faso. Que por la misericordia de Dios los fieles difuntos reposen en paz"

Según las estadísticas de la Iglesia, la iglesia crece con rapidez en la diócesis de Ouahigouya, donde en 1990 había unos 40.000 católicos y en 2016 ya había unos 120.000, tres veces más, pasando de ser un 3,7% de la población a un 8,5%. Esta diócesis, muy viva, cuenta con 12 parroquias (cada una coordina varias capillas y comunidades rurales), más de 100 religiosas y algo más de 50 sacerdotes, casi todos diocesanos. 

El obispo Kientega visitó la parroquia de Titao en el Adviento de 2018

El crecimiento de la violencia yihadista en Burkina

Recientemente hubo ataques el domingo 12 de mayo de 2019 contra la parroquia de Dablo, durante el cual un grupo armado mató al padre Siméon Yampa y a cinco fieles y el del 13 de mayo contra una procesión mariana en Singa, que dio como resultado la muerte de cuatro fieles. El 15 de febrero de 2019 en un ataque a un punto de control en Nohao, en la frontera con Ghana, fue asesinado el padre Antonio César Fernández Fernández, misionero salesiano español.
 
El número de ataques de terroristas islámicos en Burkina Faso ha crecido enormemente en últimos años: hay ataques de Al Qaeda, de Estado Islámico y del grupo local Ansarul Islam. El yihadismo llegó a Burkina Faso contagiado de Mali, a partir de 2015. Los primeros ataques los realizaba el grupo Ansarul Islam, liderado por Malam Ibrahim Dicko, un predicador islamista radical. Realizaron 12 ataques en 2016, 33 en 2017 y 158 en 2018. Desde 2015, al menos 350 personas han muerto por violencia yihadista en este país.
 

Solo entre el 31 de marzo y el 2 de abril, al menos 62 personas perdieron la vida cerca de Arbinda, en el norte del país, en un ataque yihadista.

Desde el 2014, Francia ha desplegado 4.500 soldados en la zona de Sahel, en el marco de la operación anti-yihadista Barkhane -en colaboración con los países del G5 del Sahel (Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania y Níger).