Uno de los puntos fuertes de la Iglesia en África es precisamente la devoción a la Virgen María, que se refleja en los lugares de peregrinación marianos que, nuevos Lourdes y Fátimas, salpican la geografía africana.

Puesto que muchos de ellos están localizados en diócesis y zonas muy pobres, el DOMUND y las Obras Misionales Pontificias (www.omp.es) han buscado siempre paliar las necesidades de estos lugares para hacerlos acogedores a los fieles. Para eso es necesaria la generosidad de los católicos a través del DOMUND.

Kibeho, apariciones aprobadas
Uno de los más famosos santuarios marianos de África es el de Kibeho, en Ruanda. Las apariciones aprobadas por la Iglesia que hubo en este lugar, de 1981 a 1983, a tres jóvenes ruandesas, y que anunciaban los genocidios del país, lo han convertido en un lugar de peregrinación de masas.

La casa de acogida para los peregrinos ha recibido 10.000 dólares de las Obras Misionales Pontificias para ampliarla con un nuevo edificio.

Santuarios en el Sahel
Otro lugar de peregrinación muy conocido es el de Yagma, en Burkina Faso, verdadero santuario nacional, al que se ha ayudado con 30.000 euros que completarán la construcción de la Iglesia que lleva varios años en obras con la aportación de todos los católicos de este país africano.

Otro santuario mariano que ha recibido ayudas es el de Dingasso, también en Burkina Faso, al que se han hecho llegar 12.000 dólares para terminar la explanada del santuario que podrá acoger a miles de fieles.

María en Ghana y Zimbabwe
También se ayuda con los donativos al DOMUND a los santuarios de Pumula South, en Bulawayo, Zimbabwe, con 30.000 dólares, y de Amanfoso, en Ghana, con 12.000 dólares, verdadero lugar de oración y reunión de toda la diócesis ghanesa de Sunyani.

El mes de octubre, además de ser el mes misionero es el mes del rosario, y es que indefectiblemente en la misión de la Iglesia siempre ha estado presente la figura de María, estrella de la Evangelización, como la han calificado los últimos papas.

Como señalaban los obispos de Ruanda, refiriéndose a las apariciones en el santuario de Kibeho, la Virgen “ha venido a hablarles a sus hijos, pertenecientes a los jóvenes pueblos de África, para iniciar la segunda fase de la evangelización, al final del segundo milenio y al inicio del tercero”.