Las religiosas que llevan el hábito por la calle se exponen cada vez más a insultos en Bosnia y Herzegovina, según ha informado la superiora provincial de las franciscanas de Cristo Rey, Ivanka Mihaljevic, en una visita a la asociación católica internacional «Ayuda a la Iglesia Necesitada» en Königstein. Actualmente, las religiosas sólo salen del convento de dos en dos, en la medida de lo posible, por miedo a los ataques verbales.

La vida diaria es cada vez más difícil; por ejemplo, cada vez se trasladan al país más musulmanes extremistas procedentes de Arabia Saudita, que abren aquí negocios. Muchas veces, las religiosas no tienen otra posibilidad que comprar en dichos establecimientos; pero también allí sufren discriminaciones y humillaciones. Por ejemplo, una de ellas quiso comprar pan recientemente. «A pesar de que las hogazas estaban a la vista, el propietario del comercio afirmó que no tenía pan», dice sor Ivanka: «sencillamente, no quería vender nada a una religiosa católica. Nos dan a entender una y otra vez que no somos bienvenidas, pese a que estamos en nuestro país».

Sin embargo, los musulmanes bosnios tradicionales son «pacíficos»; frecuentemente se avergüenzan del comportamiento de los extremistas que entran en el país, como ha subrayado la religiosa. Las franciscanas de Cristo Rey se esfuerzan en Sarajevo por conseguir una convivencia pacífica de todas las religiones. Han creado un programa de tres años con el título «Te doy la mano para una convivencia pacífica». Católicos, musulmanes y cristianos serbios-ortodoxos se comprometen conjuntamente, con esta iniciativa, en favor de la tolerancia, la paz y el respeto mutuo. Este año se centra especialmente en la lucha conjunta contra los ataques verbales, como ha declarado la superiora provincial. «Se trata de pequeños pasos en pro de la paz y la buena voluntad; pero queremos dar ánimos a todas las personas».

A la provincia bosnia de las franciscanas de Cristo pertenecen 260 religiosas, de las cuales 15 viven en Sarajevo.