El misionero comboniano, Christian Carlassare, ha recibido cuatro impactos de bala en las piernas en un atentado en Sudán del Sur pocos días antes de que este italiano de 43 años sea consagrado obispo de Rumbek, convirtiéndose en el obispo italiano más joven del mundo.

Según informa la agencia Fides, “el padre Crhistian fue golpeado, al igual que una religiosa que se encontraba con él, y luego le dispararon cuatro balas en las piernas. Según las primeras noticias, el atentado parece planeado aparentemente para asustarle y que no sea consagrado obispo”.

Aunque el futuro obispo ha perdido mucha sangre fue rápidamente trasladado a un hospital y su vida no corre peligro. La revista Nigrizia, vinculada a los combonianos, recoge el testimonio de Rebecca Tosi, una voluntaria que dormía en el mismo recinto que el misionero y que explicaba: “Treinta minutos después de la medianoche, oímos unos disparos, salimos volando de la cama y comprendimos que iban dirigidos al padre Christian”.

En la nota de la Conferencia Episcopal de Sudán de Sur explican por qué este ataque tenía como objetivo asustar al nuevo obispo. El sacerdote que dormía en la habitación de al lado del futuro obispo, el padre Andrea Osman, cuenta que “escuché al obispo gritar, y al escuchar disparos, traté de dar golpes a la puerta desde adentro para asustar a las dos personas armadas, pero no parecieron en absoluto intimidadas. Por el contrario, apuntaron a la habitación del obispo y empezaron a disparar hasta que entraron. Entonces le dispararon en las piernas y huyeron. Cuando me vieron me dijeron que me fuera. Uno de ellos me disparó dos balas que finalmente terminaron en una silla que estaba detrás de mí”.

El médico Enzo Pisani, de la ONG CUAMM, le atendió rápidamente: “Dos disparos le atravesaron las pantorrillas. No le produjeron fracturas sino hemorragias importantes. Por tanto, lo más importante era, de inmediato, encontrar sangre para él lo que ciertamente no fue fácil por su tipo de sangre. Sin embargo, la providencia nos ayudó y un voluntario de CUAMM, con grupo O negativo, le donó la suya. Le taponamos y vendamos la herida y el padre Christian se recuperó bien de la anestesia”.

Inmediatamente contactaron con el Comité Internacional de la Cruz Roja que se ocupa de los traslados de heridos de guerra y enviaron un avión a recogerlo. Ahora está volando a Juba, donde hay un hospital equipado para heridas de bala.

Según una fuente anónima que cita la revista, “esta es una clara advertencia e intimidación para el padre Christian. Detrás de esta emboscada hay un mensaje, ¡esto está muy claro! El mensaje claro que querían transmitirle es que alguien no lo quiere aquí y que no debe ser consagrado obispo el próximo 23 de mayo, día de Pentecostés. Un padre espírita, uno de los posibles candidatos al episcopado en esa diócesis, ha recibido previamente, y por eso mismo, amenazas de muerte. Los dinka son muy vengativos y la violencia suele ser una forma de vida para algunos de ellos. Lo siento mucho por el padre Christian, pero esta es la realidad con la que tendrá que enfrentarse”.