Esteban Xu Hongwei fue consagrado este miércoles como obispo coadjutor de Hanzhong, en "una atmósfera solemne" y estando presentes todos los prelados de la provincia china de Shaanxi. Lo anunció la Santa Sede añadiendo que "el acuerdo provisional entre la Santa Sede y la República Popular China, firmado en Pekín el 22 de septiembre de 2018, está dando frutos en un signo de comunión y la armonía". Las cláusulas del acuerdo siguen siendo secretas, y se supone que conciernen al nombramiento de obispos, lo que confirmaría esta referencia introducida en la noticia de Vatican News.

Tanto en este caso como en el de Antonio Yao Shun, consagrado el lunes obispo de Jining, se ha procedido "con mandato pontificio", resalta la propia información vaticana. Según UCA News, fue designado por Francisco el 11 de abril y no ha sido oficialmente consagrado hasta recibir la aprobación del gobierno comunista. La sustancia del acuerdo consistiría pues en que Pekín reconoce que solo el Papa puede nombrar obispos, y en contrapartida éstos deben ser aprobados por el gobierno antes de proceder a su consagración. Dichas fuentes precisan que el obispo es aprobado por el Papa tras ser elegido por la conferencia episcopal, que se convertiría así en la fuente originaria de las designaciones. 

El obispo consagrante fue José Ma Yinglin, obispo de Kunming y presidente de la conferencia episcopal china, y la ceremonia se ofició en la catedral de San Miguel, en Hanzhong, ante quinientas personas y con mayores medidas de seguridad que la del lunes, según un sacerdote informante de UCA News: "Todos los participantes tuvieron que inscribirse y no se permitió grabar imágenes".

El nuevo obispo tiene 44 años, fue ordenado sacerdote en 2002, se doctoró en Teología Pastoral en Roma en 2008 y hasta 2010 ejerció el sacerdocio en Vancouver (Canadá). Su diócesis cuenta con 20.000 católicos, 21 iglesias, 27 sacerdotes, 8 religiosas y un seminarista.