Varios medios de comunicación y agencias se han hecho eco del testimonio de Elizabeth O'Neill, madre de una de las víctimas acuchilladas en Londres por yihadistas el sábado por la tarde. 

Su hijo, Daniel, de 23 años, salía de un local con su novia cuando el agresor le atacó. "Acababa de salir del bar y se le acercó corriendo un hombre que le dijo 'Esto es por mi familia, esto es por el Islam' y le clavó un cuchillo", ha dicho la mujer, a la salida del Hospital King's College, al sur de Londres, donde su hijo está internado. No hay un diagnóstico claro sobre el estado de salud de Daniel y los médicos no pueden descartar que haya podido sufrir daño en un riñón por el ataque. Tiene una "cicatriz de 17 centímetros que va desde la barriga hacia la espalda".


Daniel, herido, volvió a entrar en el bar mientras el agresor huía. "Hubo disparos, (los agentes) le dijeron a todo el mundo que se tumbara y después que se fueran a la parte de abajo del bar", ha dicho la señora O'Neill, quien ha elogiado el trabajo "absolutamente fantástico" de la Policía británica, que trasladó a su hijo herido al hospital, así como la labor de las enfermeras y del personal médico.




"Estas personas dicen que cometen estos actos en nombre de Dios, lo que es una broma absoluta", ha dicho en relación a los terroristas.

Los hechos se desarrollaron poco después de las 21.58 hora local, cuando una furgoneta blanca comenzó a atropellar a los peatones en el Puente de Londres, para luego continuar su trayecto hasta el concurrido mercado gastronómico de Borough. Allí, tres varones armados con cuchillos comenzaron a atacar de manera indiscriminada a los ciudadanos que encontraban, hasta que finalmente fueron abatidos por la policía. El atentado ha dejado siete víctimas mortales y 48 heridos.