La Semana Santa comenzó en Francia con el incendio de la catedral de Notre Dame por causas aún no determinadas, pero esa pesadilla de Lunes Santo se transformará en alegría el Domingo de Pascua por los 4251 adultos que serán bautizados en las distintas diócesis. Es un número prácticamente idéntico al del año pasado, donde recibieron las aguas bautismales 7 personas más.

Es llamativo el dato de que más de doscientos de los todavía catecúmenos son de origen musulmán. Un 55,4% reconocen una herencia cristiana, un 23,1% provienen de familias sin religión, un 6,0% son de origen musulmán y un 0,2% tienen raíces judías.

Es también significativa la descompensación de sexos (65% mujeres, 35% hombres) y de entorno geográfico (76% ciudad, 24% campo). En este segundo dato pesan dos hechos: por un lado, las zonas rurales mantienen una mayor identidad cristiana; pero, al mismo tiempo, es mas difícil implementar en ellas tareas sostenidas de evangelización, por la escasez de sacerdotes y la dispersión de la población.

Por edades, casi la mitad son adultos jóvenes (26-40 años, 49,0%), seguidos de los jóvenes (18-25 años, 22,8%), los adultos maduros (41-65 años, 25,1%) y los ancianos (más de 65 años, 3,1%).