Unos diez mil jóvenes europeos se reúnen del 28 de diciembre al 1 de enero en Riga, capital de Letonia, con la comunidad ecuménica de Taizé (www.taize.fr), para orar juntos, reflexionar y tender puentes entre jóvenes de distintos países y denominaciones cristianas.

Aproximadamente mil de ellos son voluntarios con distintas funciones de organización, con mayoría de polacos, alemanes y ucranianos. De la lejana España han llegado algunos cientos de peregrinos, muchos de ellos de Valencia, que acogió el encuentro de 2015.

Es la edición número 39 de esta "peregrinación de confianza", como lo llama la organización.


En Letonia, tras décadas de tiranía antirreligiosa bajo la ocupación soviética, aún un 80% de sus habitantes se declaran cristianos, aunque divididos en tres grandes ramas: unos 700.000 luteranos, unos 500.000 católicos y unos 400.000 ortodoxos. Es un lugar donde la pluralidad cristiana -y su experiencia de haber sufrido bajo el régimen soviético- permite una experiencia ecuménica muy rica.



La oración en Riga con los  hermanos de la Comunidad de Taizé incluye canciones repetitivas, textos bíblicos, predicaciones para meditar, iconos, velas y momentos de silencio

Además de varios momentos de oración con los cantos de Taizé y sus iconos cada día, los jóvenes peregrinos pueden elegir entre diversas actividades y talleres. Enumeramos algunas:

- Reflexiones sobre estar "firmes en la esperanza": textos bíblicos sobre Abraham y las promesas de Dios; textos sobre la confianza (cómo la gente llevaba niños a Jesús para que los bendijese)

- Volver a empezar: reflexiones sobre la conversión, la reconciliación con Dios, tener confianza como un niño

- La Madre María Sobtsova (18911945), una santa ortodoxa para hoy

- Visita a la catedral ortodoxa de Riga, con sus iconos y cantos litúrgicos

- Cómo vivir en comunidades pequeñas: experiencias de un mes

- Organizarse para visitar a los cristianos coptos en Egipto

- ¿Cómo construir la unidad en Europa

- Testimonios de acogida y hospitalidad con emigrantes y refugiados 

- Testimonios de ex-presos y de personas que vivieron en las calles

- Canciones y danzas y el festival de las luces de Hanukkah con la comunidad judía de Riga (hay unos cuantos centenares en el país)

- Jóvenes de Letonia interpretan piezas de música clásica (Bach, Fauré...) 

- Testimonios y visitas a lugares sobre la ocupación soviética de Letonia 

- Reflexión sobre la encíclica Laudato Si'

- Testimonios de liberación de adicciones

- Dios en el arte contemporáneo: conversación con jóvenes artistas letones

- Dios visto por un científico: habla Vyacheslavs Kashcheyevs, especialista en física cuántica y nanotecnología de la Universidad de Riga


  
 Villancicos con el mensaje de Taizé, ante la plaza de la catedral luterana de Riga


El Papa Francisco ha hecho público el habitual mensaje papal a los peregrinos de Taizé. 

El Papa señala que “en nuestros días muchas personas se sienten asoladas, desanimadas por la violencia, las injusticias, los sufrimientos y las divisiones. Tienen la impresión de que el mal es más fuerte que todo”.

“Jóvenes cristianos, ortodoxos, protestantes y católicos –indica– con estas jornadas vividas bajo el signo de una fraternidad real, ustedes expresan el deseo de ser protagonistas de la historia, de no dejar que sean los demás quienes decidan su futuro”.

Francisco reitera así a los jóvenes lo indicado en su Carta Apostólica “Misericordia et Misera”, del 20 de noviembre pasado: “Es el tiempo de la misericordia para todos y cada uno, para que nadie piense que está fuera de la cercanía de Dios y de la potencia de su ternura”. El Pontífice manifestó además su especial cercanía a estos jóvenes que han elegido “dejar los divanes para vivir esta peregrinación de la confianza”.

“Que estas jornadas les ayuden a no tener miedo de sus límites, sino a crecer en la confianza en Jesús, Cristo y Señor, que cree y espera en ustedes. Que en la sencillez que el hermano Roger [fundador de la comunidad de Taizé] ha sabido testimoniar, ustedes puedan –concluye el Papa– a construir puentes de fraternidad y hacer visible el amor con el que Dios nos ama”.