David Fico, estudiante de informática, se hallaba patinando con su hermana de 7 años el 2 de enero en Bratislava (Eslovaquia) cuando más de diez religiosas entraron en la pista a hacer lo mismo. A priori, nada reseñable. Sin embargo, el joven Dave extrajo una lección de la escena y la compartió en su blog.


El blog de Dave, testigo de uno de esos momentos que nos reconcilian con la vida.

He aquí lo que contó Dave.


Hay muchos aparatos para que vivas tu vida plenamente, pero ¿qué estás haciendo mal, que no eres feliz con tu vida?

No te voy a convencer de lo que realmente hace feliz tu vida, porque lo cierto es que es una cuestión irrelevante, pero estaba pensando sobre ello mientras patinaba sobre hielo con mi hermana pequeña.

Fue el segundo día del nuevo año 2016 y finalmente comenzaba a nevar en Bratislava. ¡Qué forma tan agradable de empezar el nuevo año! Era dos días antes de mi examen final de programación de software, así que ¿qué otra cosa podía hacer?  Decidí ir a patinar con mi hermana de 7 años. Y entonces sucedió algo extraordinario... al menos para mí. Era como una escena de la película Sister Act.

Más de diez monjas aparecieron sobre la pista y empezaron a patinar sobre el hielo. Era divertido y extraño al mismo tiempo. Me sentí... no sé cómo describir ese sentimiento. ¿Y qué fue realmente lo que me impactó más? Que todas eran felices. Pude sentir la felicidad que emanaba de ellas. ¡Disfrutaban el momento, patinando sobre hielo, unas con otras... y todas eran realmente guapas!

Una de las religiosas empezó a hacer patinaje artístico. Era muy bonito y mi hermanita le pidió que le enseñase a hacer ella alguna figura. Todo el mundo las miraba... Pero ¿por qué? Porque no se esperaban ver monjas sonriendo y riendo y siendo felices con sus vidas. Y esto es realmente lo que me impactó. Ese sentimiento de pura felicidad que brillaba en ellas.

Aquí puedes ver la escena: