Este viernes el presidente de Francia, Emmanuel Macron, visitó el santuario de Lourdes. Nunca antes un presidente de la V República había visitado el santuario mariano. El estado francés desde 1904 mantiene un régimen de estricto laicismo, único en Europa, mientras que casi todos los países suelen declararse simplemente no confesionales, con declaraciones de reconocimiento y colaboración con distintas religiones.

Por eso, la visita del presidente a un lugar específicamente religioso, y lejos de París, adquiere significación, si bien él ha insistido en relacionarlo con el relanzamiento económico de la zona, aprovechando unos días de descanso en los Pirineos.

Cantan actores del musical "Bernadette", vestidos de época

En realidad, Macron no llegó a entrar en los edificios religiosos, sino que paseó junto al río y entre los peregrinos, cerca de la gruta de las apariciones. Un grupo de actores del musical "Bernadette", vestidos como los personajes de la época de las apariciones en 1858, improvisaron una canción en su presencia, que él escuchó.

También habló un buen rato con Olivier Ribadeau Dumas, que es el sacerdote rector del santuario desde 2019. Con ellos estaba Antoine Hérouard, obispo auxiliar de Lille y delegado papal para el santuario.

"El presidente nos preguntó mucho por el cuidado de los enfermos. Nos preguntó con detalle por el papel de las Hospitalidades. Le hablamos de la angustia y las vidas golpeadas de algunas personas. Sentimos un reconocimiento real por su parte", declaró el obispo Hérouard.

Un hombre causó un incidente

Su presencia en el lugar generó un pequeño incidente, cuando un hombre gritó al presidente: "¡Debería darle vergüenza!" y le llamó "ateo". El hombre no se contentó con palabras: agredió a un guardia del santuario que intentaba evitar que se acercara demasiado a Macron, según el diario regional 'La Depeche'. En el forcejeo una espectadora cayó al suelo, el guardia sufrió lesiones en un brazo y la policía detuvo al alborotador.

En realidad, Macron nunca se ha declarado ateo, y los que le conocen suelen decir que es un "agnóstico con intereses espirituales". De hecho, estudiando en un colegio jesuita de Amiens él mismo pidió ser bautizado a los 12 años. En alguna ocasión ha declarado: "tengo suficiente humildad para no pretender hablar de Dios".

En Lourdes tampoco habló de Dios, aunque al detenerse a hablar con varios peregrinos estos le comentaban sus motivaciones espirituales.

Apoyo fuerte al turismo y las peregrinaciones

En su cuenta de Twitter oficial publicó: "Con la pandemia, Lourdes no ha podido acoger sus peregrinos y turistas durante meses. Sus comercios y su economía han sido puestos a prueba. 124 millones de euros se han acordado para el turismo lourdense. Para sus territorios, el Estado responde".

Las autoridades del turismo de la región y también el delegado apostólico del santuario, Antoine Héruard, acompañaron a Macron. Para el padre Hérouard, la visita del jefe de Estado señala su interés de que se visite Lourdes.

Tras asistir el jueves a la etapa pirenaica del Tour de Francia, Macron estuvo en la fábrica que la compañía española de construcción de material ferroviario CAF tiene en Bagnêres de Bigorre, la localidad de donde eran originarios sus abuelos maternos.