No había sucedido nunca desde que el rey Gustavo I de Suecia creó su propia iglesia nacional luterana, en 1526, la Svenska Kyrkan,confiscando las propiedades católicas: los bebés nacidos en 2013 que han sido bautizados en esta "Iglesia de Suecia" no han llegado ni a la mitad del total.

Más aún: en esta iglesia se producen más fallecimientos que nuevos ingresos. Y, además, decenas de miles de adultos se "dan de baja" cada año.

Es un dato más en la caída sostenida de una iglesia que suele recordar que es "la mayor iglesia luterana del mundo" y que era absolutamente hegemónica hace 40 años. 

Ahora -con obispesas lesbianas desde 2009-, teología liberal y una ética del ´casi todo vale´- está de capa caída.


En 1972, la Svenska Kyrkan implicaba al 95% de la población del país. Hoy no pertenecen a ella ni el 66% de la población: no llegan a los 6,4 millones de personas. De ellos, sólo un 2% van a los oficios religiosos con regularidad. (En España, un 20% de los católicos va a misa al menos un par de veces al mes). 

La "Iglesia de Suecia" fue durante tiempo en el s.XX una iglesia nacional sólo de "bodas, bautizos y confirmaciones" (la confirmación, como rito social adolescente, es importante en el luteranismo sueco). Pero ahora ya no hay casi ni bautizos.



Según la revista evangélica Varlden Idag, no sólo en 2013 los niños suecos bautizados en la "Iglesia de Suecia" no llegaron ni a la mitad del total, sino que 71.693 personas dejaron oficialmente esta iglesia, según sus detalladas estadísticas. En 2009 -el año que se consagró obispesa la activista lesbiana Eva Brunne- se fueron 73.000 personas; en 2012 algo más de 53.000.

Los analistas dicen que en años electorales y de censos más gente se molesta en comunicar su marcha oficial.


Jonas Bromander, responsable de estadísticas de la "Iglesia de Suecia" señala que los padres no bautizan a sus hijos, en parte, porque nadie se lo propone. Dice que hay parroquias donde se consigue que luego estas familias casi nada practicantes al menos traigan a los chicos y chicas para la confirmación luterana, de forma similar (aunque a mucha menor escala) a la que familias católicas no practicantes en España se dejan caer por las parroquias para la primera (y última) comunión.




La Svenska Kyrkan ni condena ni combate el aborto. Es un país con aborto libre y gratuito desde 1975 y una educación sexual obligatoria y sistemática que no ha impedido que las adolescentes suecas sean de las que más abortan de Europa (22,5 casos cada mil chicas de 15 a 19 años en 2009). De 2000 a 2010 el aborto pasó de 30.000 a 38.000 casos anuales.

La Svenska Kyrkan tampoco evangeliza. Ordena mujeres como sacerdotisas porque así lo impuso el Parlamento de Suecia en 1960, sus 13 diócesis están encabezadas por la arzobispesa de Uppsala y fue la Iglesia oficial del Estado sueco hasta el año 2000. Hace ceremonias de uniones gay desde 2007, y bodas gays religiosas desde 2009.

Y nada de eso ha atraído a los suecos a su iglesia "de toda la vida" (desde el Rey Gustavo, se entiende) pero que ya no enseña la doctrina "de toda la vida".



Poner alzacuellos a las pastoras y usar revestimientos litúrgicos no ha atraído a la gente a las iglesias: sólo un 2% de los luteranos suecos son practicantes


Con 6,4 millones de seguidores oficiales, la "Iglesia de Suecia" no podrá presumir mucho tiempo de ser la mayor iglesia luterana del mundo. Le siguen la Iglesia Evangélica Luterana de Tanzania (unos 5,5 millones de fieles) y la Iglesia Mekane Yesus de Etiopía (otros 5,5 millones), que crecen a ritmo de demografía africana, y, por supuesto, ni casan gays ni aceptan el aborto.

Los vecinos escandinavos, las iglesias luteranas de Dinamarca y Finlandia, igual de liberales, tampoco crecen: están estancadas en unos 4,5 millones de fieles cada una, y a la baja. Y en Alemania, desde 2009 hay más católicos que luteranos, no porque el catolicismo crezca espectacularmente -se mantiene en unos 25 millones de fieles-, sino porque el luteranismo pierde fieles por demografía (fallecimientos) y desinterés.


Los suecos que dejan la Svenska Kyrkan, en su mayoría, simplemente se quedan en casa. Otros, los que buscan una fe viva, van a iglesias evangélicas y pentecostales como Livets Ord, fundada por el pastor Ulf Ekman (¡antes de hacerse católico!).

Otros, como Lars Ekblad, que fue pastor luterano 40 años, se hacen católicos. No han sido muchos hasta ahora, pero podría cambiar. "Yo conozco muchos ministros de la Iglesia de Suecia que se han hecho católicos y vendrán más aún. Cada uno tiene su propio camino", declaraba Lars Ekblad a ReL hace unas semanas.