Este jueves Toledo se ha engalanado como siempre para celebrar su gran fiesta del Corpus Christi, ciudad en la que se sigue celebrando en este día y no el domingo como en la gran mayoría de los lugares.

Hoy el Cuerpo de Cristo irá en procesión por las calles de Toledo y aprovechando esta solemnidad el director de Cáritas Toledo ha publicado un artículo muy emotivo titulado Si no tengo caridad, nada me sirve.

El abandono de la palabra caridad

Antonio Espíldora recuerda que en esta solemnidad del Corpus se celebra igualmente la fiesta de Cáritas. “Decir hoy en España que de la Eucaristía brota la caridad es asumir un cierto riesgo de ser malinterpretado. La mayoría de los españoles no saben lo que significa Eucaristía ni mucho menos lo que significa caridad”, afirma el director diocesano de esta organización eclesial.

De hecho, afirma que en Cáritas han abandonado “el uso habitual y recto de la palabra caridad. Probablemente con la buena intención de que el mundo no crea que en Cáritas hacemos simplemente beneficencia. Probablemente con la buena intención de que no piensen que nos amparamos en la caridad para tolerar la injusticia, pero perdiendo la oportunidad de manifestar, alto y claro, que la caridad sostiene y perfecciona la justicia y la solidaridad”.

En su escrito publicado por el Arzobispado de Toledo, Espíldora va al centro de la cuestión al afirmar: “Hay actitudes como la solidaridad, por ejemplo, que hacen referencia directa al hombre, en tanto que la caridad hace referencia directa a Dios. ¿No será quizá ese el verdadero motivo del rechazo del mundo a esta palabra? La caridad es el amor sobrenatural con el que Dios nos ama a nosotros y con el que nosotros podemos amar también tanto a Dios como al prójimo. Y cuando las personas de Cáritas actuamos, todos tienen derecho a saber que actuamos por amor a Cristo y movidos por el Espíritu Santo. Más aún: Dios tiene derecho a que no ocultemos la verdad y a que todo el mundo pueda conocer que es Él quien nos mueve. Por tanto, dejar de usar la palabra caridad en Cáritas supone una contradicción, una claudicación ante el mundo —que busca ocultar a Dios— e incluso una traición a Jesucristo, que es la Verdad”.

Por otro lado, Espíldora recuerda que “las personas que han abandonado el catolicismo en ritmo tan acelerado en España durante los últimos diez o quince años no se han ido a otras religiones, sino directamente a la increencia”.

Por tanto, el responsable de Cáritas en Toledo asegura que “algo no estamos haciendo bien los católicos. Podría ser que nuestra manera de actuar no sea la causa (directa y exclusiva) de lo que ocurre en la sociedad, pero al menos debemos reconocer –en Cáritas y en toda la Iglesia- que lo que venimos haciendo durante los últimos diez o veinte años no está produciendo frutos de verdad y de mayor presencia de Dios en la sociedad. ¿No nos habremos centrado solamente en las acciones exteriores, descuidando lo interior?”.