Este jueves 28 de junio de 2018, el secretario general y portavoz de los obispos españoles, José María Gil Tamayo, habló con la prensa sobre temas de actualidad de la Iglesia y la sociedad tras la reunión de obispos de la Comisión Permanente.

En respuesta a preguntas de los periodistas, explicó que el pasado martes el cardenal Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal, fue recibido con el nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa. El cardenal entregó al político socialista la Memoria anual de actividades de la Iglesia.

Sucedió "dentro de la normalidad institucional", explicó Gil Tamayo. El cardenal expresó su satisfacción por la normalidad en las relaciones Iglesia-Estado. También "ha manifestado claramente que la Iglesia no es un contrincante político". Blázquez trasladó que él cree que se mantendrá el trato de normalidad y cooperación entre la Iglesia y el nuevo gobierno. La Iglesia mantendrá, dijo Tamayo, libertad para trasladar a sus fieles y otros ciudadanos su visión sobre los asuntos que se plantean en la sociedad.

Lo que hace la Iglesia es mucho

Tamayo señaló que en la Memoria de actividad de la Iglesia que recibió Pedro Sánchez de mano de Blázquez se ve que la actividad eclesial, "por su volumen, podría ser equivalente a la tercera o cuarta comunidad autónoma del país".

Tamayo, el cardenal Bázquez, de Valladolid, y el cardenal Osoro, de Madrid

Según Gil Tamayo "hay que huir de lenguajes apocalípticos y profetas de calamidades; al menos así se hace entre los responsables máximos de la Iglesia y el Ejecutivo. Que luego haya algún espontáneo en la plaza con discursos anacrónicos o del siglo XIX, anticlericales, eso es parte del espectáculo... pero no de la normalidad que se quiere", afirmó.

Los restos de Franco

Sobre el traslado de los restos de Franco, actualmente en el Valle de los Caídos, Tamayo recordó que el cardenal Blázquez, celebrando la fiesta de San Benito en la basílica benedictina del Valle, explicó que la cruz es el símbolo de la paz y el perdón, que no es una cruz selectiva ni de unos contra otros.

"El papel de la Iglesia es pedir a Dios por el eterno descanso de los difuntos, especialmente por los que allí reposan. La decisión sobre los difuntos del Valle no nace de la Iglesia ni corresponde a la Iglesia decidir sobre su permanencia. Es el ámbito político y el familiar el que ha de decidir", dijo Gil Tamayo.

Precisamente en este mismo jueves la ministra de Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, Carmen Calvo, ha declarado que el Ejecutivo ya ha hablado con la familia de Franco y con la Iglesia para que la exhumación de los restos del dictador se lleve a cabo «a la mayor brevedad» y de la manera más «impecable» y «exquisita» posible.

La doctrina LGTBI a los niños en el colegio

Una periodista católica preguntó al portavoz por la situación de los colegios públicos que imponen charlas de adoctrinamiento LGTBI y de género y la de los padres que intentan protestar.

"La Iglesia no tiene ningún color político ni quiere tenerlo ni es heredera de ningún régimen político. En distintos contextos, aquí, con las leyes de ideología de género, las autonómicas, o la planteada en el Congreso por Podemos, ya manifestó su oposición absoluta a esta ideología. ¿A quien corresponde la actuación? A la utilización de los medios legales que tienen los padres y ciudadanos para defender los derechos", respondió Gil Tamayo.

"La Iglesia nunca va a proponer la inacción política o social, que es decisión de los ciudadanos en libertad, los católicos como el resto. Lo que no se puede pedir a la Iglesia es que vaya siempre encabezando la manifestación. El papel de la Iglesia es un papel de iluminador, no de agente político, no de actor político en el ámbito inmediato. Si creemos en la madurez de los seglares, de los padres de familia, de los católicos que son ciudadanos, ellos han de tomar conciencia, y la sociedad civil en general, de la defensa de sus derechos fundamentales, que incluyen los de los padres y de la ecología humana sobre la realidad de la naturaleza".

Inmigrante: preferenciales para la Iglesia

Sobre los inmigrantes que llegan a Europa, Tamayo afirmó que "hemos de acogerlos, hemos de ayudarles, hemos de integrarles" (usando tres palabras que repite el Papa Francisco al respecto). Y citó la Biblia: "Dice el Evangelio de San Mateo: fui peregrino y me acogisteis" (aunque un peregrino está de paso y se le acoge solo unos pocos días, mientras que un inmigrante se queda muchos años, quizá sin límite de tiempo).

Añadió: "Todos los inmigrantes son preferenciales para la iglesia, como lo son los pobres, y esto no va a variar y no es objeto de negociación. Se necesita una racionalidad, un respeto a las fronteras, pero no con medios o modos que obstaculicen el derecho inalienable a la movilidad humana y la búsqueda de mejores condiciones de vida".

"Hay que preguntarse de dónde vienen esos inmigrantes y refugiados y preguntar por qué vienen, poner solución en los países de origen. La cooperación internacional ha de ser más perdurable, menos egoísta, ir a los países de origen para dar más posibilidades de vida y que no tengan que emigrar. Tiene que haber una respuesta de una Europa que tiene entre sus fundamentos el humanismo cristiano, la dignidad de la persona desde la inspiración cristiana, grecolatina, bíblica y la de la Ilustración con los derechos del ciudadano. La Unión Europea no puede ser solo del euro, sino también de la solidaridad. Con intervenciones humanitarias, limitación de la venta de armas convencionales que alimentan los conflictos tribales".

Continuó el portavoz: "No puede ser solo un país europeo el que tenga que acoger. Y el respeto a los derechos humanos: no puede haber devoluciones en caliente, hay que respetar la legalidad internacional. Hay que respetar la agrupación familiar: no se puede separar a los niños de los padres. Los centros de acogida no pueden ser un régimen carcelario. La Iglesia española no ha callado sobre estos temas y ha denunciado cuál era la calidad de los centros de internamiento, por ejemplo".