La Guardia Civil está ya investigando la profanación de la capilla del Hospital de Barbastro, según ha informado el obispado de Barbastro-Monzón, que ha anunciado que se celebrará un acto de reparación que presidirá el obispo, aunque aún no se ha establecido la fecha.

En la noche del sábado, Nochebuena, unos desconocidos tiraron por el suelo las Sagradas Formas y profanaron el sagrario de la capilla de este hospital. Sin embargo, no realizaron más destrozos ni actos vandálicos.

Esa misma tarde había acudido el obispo de Barbastro, Ángel Javier Pérez Pueyo, con personal de la capellanía para saludar y felicitar a los enfermos.

En la capilla se celebra la misa los domingos y días festivos a las 11 de la mañana. La capilla está abierta día y noche por petición de los capellanes y de los enfermos y familiares, a los que aporta consuelo y esperanza.

Así es habitualmente la capilla del Hospital de Barbastro.

Habrá acto de reparación presidido por el obispo

El obispado ha publicado una nota manifestando “su tristeza, consternación y condena a estas actuaciones”, y explicando que la Guardia Civil ya investiga los hechos.

La nota de la diócesis, además, añade que "agradece las numerosas muestras de apoyo recibidas y anuncia la celebración de un acto de desagravio, que presidirá el obispo, con el deseo de reparar esta acción sacrílega. Próximamente se concretará fecha y lugar".

Entre las muestras de apoyo, está el mensaje del cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, que fue obispo de Barbastro de 1999 a 2004. "Una pena esa profanación. Me uno a vuestro dolor e indignación. Vivimos momentos convulsos con falta de respeto y falta de mirada trascendente. Necesitamos intensificar la oración, la penitencia y la educación en verdaderos valores. Un abrazo desde Caspe", dice su mensaje.

"Condeno con rotundidad la profanación", dice el presidente socialista

El presidente del Gobierno autonómico aragonés, el socialista Javier Lambán, se ha pronunciado en redes sociales sobre este hecho: "Lamento profundamente y condeno con rotundidad la profanación de la Capilla del Hospital de Barbastro y expreso mi solidaridad al Hospital, a la diócesis de Barbastro y al obispo Pérez Pueyo. Me pongo a su disposición para lo que necesiten", ha publicado.

No es muy común, aunque tampoco insólito, que se pronuncien los gobernantes autonómicos cuando se produce una profanación de un sagrario o una capilla en España.

Pero Aragón es una de las zonas más despobladas de España, con 1,3 millones de habitantes, de los que más de la mitad viven en Zaragoza. Barbastro es una ciudad pequeña, de 17.000 habitantes. La diócesis tiene 98.000 habitantes, con ciudades de tamaño limitado como Monzón (17.000 habitantes), Binéfar (9.000), Graus (3.000)...

En este contexto de ciudades pequeñas hay más política de proximidad y más sensibilidad espiritual que en regiones mucho más ricas, pobladas y, a menudo, con autoridades directamente hostiles o despreciativas contra lo religioso.

Así, también el alcalde de Barbastro, Fernando Torres (del Partido Popular), trasladó al obispo su "repulsa" y su "total rechazo y más absoluta condena" por la profanación y ofreció colaboración al obispado en lo que necesite.

También el Partido Aragonés (PAR) manifestó a través de las redes sociales "total condena y rechazo a este atentado y confiamos en la acción investigadora para esclarecer tan lamentables hechos".