Como es tradicional ya en España, en millones de hogares el mensaje navideño del Rey, en este caso Felipe VI, es la antesala de la cena navideña. Y en esta ocasión, el jefe del Estado no hizo ninguna referencia ni a Jesús ni al sentido cristiano de estas fechas.

Con apenas una pequeña representación de la Sagrada Familia colocada en un lateral y difícilmente visible, el Rey cerró cualquier referencia religiosa. Únicamente, citó dos veces la palabra Navidad, ambas para felicitar las fiestas pero sin ir más allá.


“Sintámonos, sin complejos, orgullosos de todo lo que hemos conseguido porque es mérito de todos; confiemos en lo que siempre nos ha unido, en lo que somos, tal y como somos, y sobre todo en lo que podemos alcanzar juntos con una fe firme en nuestras convicciones y en nuestras capacidades”, afirmó Felipe VI.



El Rey de España centró su discurso en la difícil situación que se vive con el proceso separatista en Cataluña y destacando del país su fortaleza democrática, su innovación y gran desarrollo. En menor medida habló también de terrorismo, citando los atentados de Barcelona y Cambrils, economía, paro y violencia de género. Pero no dijo ni una palabra de la Navidad.


Esta ausencia de menciones a Jesús contrasta con los mensajes navideños en otros países, como Reino Unido. Tanto los mensajes de la reina Isabel II como del anterior primer ministro, David Cameron, como la de la actual líder británica, Theresa May, cristiana practicante e hija de un reverendo anglicano, contienen menciones explícitas a Jesús y al cristianismo.

Este año no ha sido la excepción. En su mensaje navideño, May llamó a “sentirnos orgullosos de nuestra herencia cristiana y de la confianza que nos brinda para asegurarnos de que en Gran Bretaña podamos practicar la fe sin temor ni dudas”.




Además, felicitó a todos aquellos que sirven con su trabajo a los británicos y que no celebraron la Navidad. “Al celebrar el nacimiento de Cristo, celebramos todos estos actos desinteresados e innumerables que personifican los valores que compartimos: los valores cristianos de amor, servicio y compasión”.

Del mismo modo, quiso recordar especialmente “a las personas de todo el mundo que han sido privadas de esas libertades, desde los cristianos en algunas zonas de Oriente Medio hasta la repugnante persecución de los musulmanes rohinyá”.

“Reafirmemos nuestra determinación de defender la libertad de las personas de todas las religiones para hablar y practicar sus creencias en materia de paz y seguridad”, agregó.