Desde Roma, el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, se ha mostrado preocupado y dolorido por los hechos de este viernes en Cataluña, cuando 70 de 135 diputados han declarado la independencia y como respuesta el Gobierno español, con autorización del Senado, ha depuesto al gobierno autonómico y sus cargos de confianza. 

El cardenal Omella, que está en Roma participando en la reunión de las Conferencias Episcopales Europeas (Comece), ha incluido en su discurso un comentario alusivo a la actualidad.

“En este momento, como pastor de Barcelona, comparto el dolor y el sufrimiento de la gente -ha dicho-. Mi corazón llora con ellos. Yo deseo y pido al Señor que nos ayude a evitar la confrontación y a construir un futuro en paz”.

“Después de dos años que llevo en la diócesis de Barcelona, puedo decir que amo profundamente Barcelona y Cataluña -ha agregado-. Son gente maravillosa. Y amo también España y amo la Europa a la que pertenecemos, donde yo he recibido mi formación, siendo joven, tanto en Francia como en Bélgica”.

El Vaticano no ha reaccionado todavía a la declaración de independencia hecha por el Parlamento catalán, pero todo indica que seguirá la línea de las otras cancillerías y no la reconocerá. Hace unos días, la Santa Sede hizo saber su malestar por el intento de implicarla en intentos de mediación que negó y rechazó.

En Twitter, "el dolor" de los obispos españoles
El portavoz de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo, ha expresado en su cuenta de Twitter el "dolor" de los obispos "por los hechos de hoy".

"Nuestra oración y dolor por los acontecientos de hoy. El respete del Estado de Derecho y la Constitución aseguran nuestra convivencia en paz", ha afirmado en su tuit.