Como reflejan los datos de la Memoria de la Fiscalia General del Estado, los expedientes abiertos a jóvenes por violencia hacia sus padres han aumentado año tras año desde 2013 hasta alcanzar las 4898 denuncias en 2015, según informa Europa Press.

Por comunidades autónomas, Valencia es la que más casos ha registrado:1056 durante el año 2015. Tras ella se encuentra Andalucía (926), Madrid (406), Cataluña (310) y Galicia (298).

Desde la Fundación Amigó explican que la violencia filio-parental no se trata de un fenénomeno que pueda resolverse en el ámbito privado. Los conflictos familiares, y en los casos de mayor gravedad, la violencia ejercida de hijos/as a sus propios padres/madres, afecta también a la integración de los/as jóvenes en la sociedad, a nivel escolar, laboral y comunitario.


En muchas ocasiones los padres ni siquiera pueden defenderse



La Fundación asegura que para llegar a la solución no se trata de buscar culpables, sino de lograr que todas las personas implicadas se responsabilicen de la situación y actúen en consecuencia. Para ello hay que reflexionar sobre lo ocurrido, sobre cómo reacciona cada uno/a. Hay que negociar, ceder, ponerse en el lugar de la otra persona, escuchar, recobrar la confianza, y sobre todo, reconstruir el vínculo afectivo.

Según los datos de la Fiscalía General del Estado que ha recopilado Fundación Amigó en un informe para arrojar luz sobre esta realidad, son los chicos los que tienden a ser más violentos. En el caso de las chicas, el tipo de violencia que ejercen contra sus padres es de "contenido psicológico y emocional", mientras que la de los chicos es "más física".

En cuanto al perfil de los progenitores que padecen la violencia, si bien ambos pueden ser víctimas, es la madre quien la padece en mayor medida. En la mayoría de los casos, estos padres y madres están entre los 40 y los 50 años de edad y son de clase media o media alta.


Las situaciones de violencia filio-parentales pueden ser evitadas con una buena comunicación entre padres e hijos

En todos los casos, los expertos coinciden en que influyen en estos actos violentos de hijos contra padres las "pautas de crianza inadecuadas, sin normas coherentes y consistentes, y con déficit en la comunicación, siendo los estilos que mayor riego el sobreprotector, el autoritario y el negligente-ausente", así como cada vez con mayor frecuencia concurren problemas psiquiátricos o emocionales de los padres, con comportamientos antisociales, abuso de sustancias adictivas y de sintomatología depresiva y/o ansiosa.