Como acostumbran hacer muchos obispos en fechas navideñas, también el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, acudió a celebrar misa a una prisión, en este caso la misa de Epifanía en la prisión de Martutene, y predicó a los internos acerca de cómo guiarse en la vida leyendo el Evangelio cada día. 

Munilla comparó conducir la propia vida con conducir un coche. ¿Qué es más importante: el motor, el volante, las ruedas...?


"Lo principal para hacer un camino no es ser fuerte, sino perseverante... Gente con motores de mucha potencia se ha estrellado, y otros con motores humildes han llegado bien", planteó primero.

Por otra parte, "llevar bien el volante es no cometer errores, discernir si vas por la izquierda o la derecha". 

Pero, admitió, "en la vida se cometen errores y eso es rectificable". "No se ha escrito el último capítulo de tu vida, quizá has cometido errores, pero el mejor capítulo de tu vida está por escribir", animó a los presos. 


"La prisión es como un cepo para las ruedas. Podemos pedir que nos devuelvan las ruedas, y la libertad... pero quizá en el futuro lo veamos como un momento en el que aprendimos. A veces hacer un parón en la vida es necesario para saber adónde voy", planteó. 

Pero lo más importante, concluyó, son las luces. Alguien ha de iluminar la noche, para que veamos nuestra ruta: esa es la luz que iluminó a los Magos. "Dios viene a iluminar tu ruta, no importa tanto tu motor, tus ruedas, tu volante... lo que más importa es poder ver con las luces largas: y Jesús es la luz". 


Después explicó a los presos cómo utilizar el Evangelio. "Es un Evangelio Diario 2017, cada día tiene su lectura", comentó, animando a leer y meditar la palabra día a día.

"Yo más que Rey Mago soy el paje real, traigo los Evangelios que nos regalan los padres jesuitas", explicó el obispo. "Lees el Evangelio cada día y ves que la lectura se aplica en tu vida. Te ilumina lo que sucede. Si lo lees con atención parece que esté escrito para ti".

"El sentido de la vida nos lo revela Jesús", concluyó el obispo.