La ceremonia se remonta al siglo XVIII: el nuevo Nuncio del Papa en España ha llegado al Palacio Real desde el Palacio de Santa Cruz, sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, en una vistosa carroza, de Patrimonio Nacional, para presentarse ante el Rey.

La nueva Ministra de Exteriores, Arancha González Laya, habrá quedado asombrada al verse en su primer acto diplomático inmersa en un ceremonial de más de dos siglos en el Palacio Real.

El nuevo Nuncio Apostólico de la Santa Sede en España, el filipino Bernardito Cleopas Auza, ha presentado este jueves sus cartas credenciales ante el Rey, en una ceremonia con la que ha quedado definitivamente acreditado como embajador del Vaticano.

Auza entró en el servicio diplomático de la Santa Sede en 1990 y sirvió en la Nunciatura Apostólica en Madagascar, en Bulgaria y luego en Albania. También ha sido nuncio apostólico en Haití, a donde fue enviado en 2008. Fue nombrado observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Nueva York el 1 de julio de 2014 y observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de los Estados Americanos el 16 de julio de 2014. Lleva, por lo tanto, 30 años de servicio diplomático, y este es su sexto país de destino.

El Nuncio no sólo representa diplomáticamente a la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano en España, sino que ayuda al Papa a designar nuevos obispos a medida que envejecen y presentan sus renuncias; al Nuncio Bernardito le espera en este sentido mucho trabajo: más de 30 obispos van a presentar la renuncia en los próximos 2 años.

El Rey recibe las cartas de cada embajador de forma individual pero se agrupa a varios diplomáticos en una misma mañana para que acudan a presentarse al jefe de Estado. Así, este jueves han ido también al Palacio Real la embajadora de Bosnia y Herzegovina, Danka Savic; el de Andorra, Vincenç Mateu Zamora; el de Grecia, Ioannis Tzovas Mourouzis; el de Malasia, Akmal Bin Che Mustafa; el de Japón, Kenji Hiramatsu, y el de Mauritania, Kane Boubakar.