«En varias ocasiones se me ha quebrado la voz en la plaza. Estoy con mi pueblo valenciano con mucha paz, tranquilidad, esperanza y sin ánimo de ofender. Pero no me voy a callar, la palabra de Dios no está encadenada. Jamás me he sentido solo, ni de Dios ni de la gente, porque me han apoyado y a mí me paran por la calle para decirme: ¡Adelante, estamos con Usted, Antonio!», ha subrayado el purpurado.

Cañizares dice que no tiene enemigos
El cardenal ha valorado que habló «unos días antes» de que sucediera todo con el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig. Una persona a la que aprecia, pero que «no hace realmente lo que siente». Ha precisado que le «tiende la mano» a Puig y le pide que «no se deje dominar». Cañizares ha puntualizado que no es «enemigo de nadie».

La ideología de género hace estragos
El cardenal ha definido que «la ideología está haciendo estragos en estos momentos», pues están «ofendiendo al hombre los que predican la ideología de género, y hay que desenmascararla». El arzobispo de Valencia aseguró que si permaneciera callado, sería un mal obispo.

Además, Don Antonio Cañizares ha admitido que «la escuela concertada de Valencia corre peligro», aunque «no va a desaparecer porque no dejaremos que pase eso».

No está solo...
Preguntado por si se ha sentido solo tras el acoso recibido por el lobby gay y los políticos valencianos, el cardenal ha respondido que «no me he sentido solo de Dios» y que además multitud de fieles le han mostrado su apoyo, así como gran parte de los sacerdotes de su diócesis.

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