En la mañana del martes, mientras muchos católicos madrileños acudían a la misa y procesión de la Almudena, la patrona de la capital, otras muchas personas de fe acudían al campo de baloncesto del colegio Fomento Montealto, en Mirasierra, a la misa convocada para orar por María R. C., Mariquilla, la niña de 5 años que falleció en un atropello accidental el pasado jueves, y por las familias afectadas.

Debido a la gran multitud que acudía a esta misa, se decidió celebrarla en la pista deportiva: el auditorio y el oratorio del colegio no habrían podido acoger tantas personas.

La homilía iba dirigida a reconocer el dolor y animar la esperanza de todas las familias implicadas en el trágico suceso: la de la niña fallecida, las de las otras dos niñas heridas y la de la conductora, que era una madre que iba a recoger al centro a sus hijos. Estaban presentes Álex y María, padres de Mariquilla, y también la conductora y su marido.

Según fuente consultadas por el diario ABC, la misa duró una hora y fue concelebrada por 8 sacerdotes (incluyendo el capellán del colegio), con otros 3 confesando. Cantó el coro del colegio, formado principalmente por profesoras y antiguas alumnas.

Un padre que lleva sus hijos al colegio comentaba a ABC que los padres de la niña fallecida «siempre han ayudado a los demás, siempre están dispuestos a ofrecerse. Eso provoca que ahora estén recibiendo tanto amor por parte del resto de familias».

También habla sobre la conductora que provocó involuntariamente la desgracia: «tiene una carga psicológica muy complicada por lo que ocurrió, pero en ningún sitio va a recibir más amor que aquí. Ha sido estupenda la reacción de todo el mundo con ella, nadie la culpa, pero sobre todo la de los padres de la niña. Eso es la que más mérito tiene. En todo momento, en la medida que han podido, comparten con ella el mismo dolor, sin ningún tipo de rencor», asegura este conocido de las familias.

«María, la conductora, lo que dice es que se siente abrazada por la Virgen María, que es Ella la que le está ayudando y trasladando el apoyo, el abrazo y las oraciones de todas las familias», añade. En Montealto todo el mundo coincide en que el suceso fue un «accidente» y que «la mejor manera de pasarlo es estar juntos».

Este sábado las familias en el grupo de WhatsApp de la clase recibieron un emotivo mensaje de los padres de Mariquilla, expresando su agradecimiento y su fe (se puede leer aquí).