Jaume Vives es un joven periodista catalán, con dos libros a sus espaldas y muchas cosas que contar. Hace dos años empieza a interesarse por los cristianos perseguidos de Oriente y se encuentra con una cruda y dramática realidad: en pleno siglo XXI hay cristianos siendo asesinados por su Fe. Este verano, junto con otros seis jóvenes y con un proyecto llamado Los Guardianes de la Fe, del que es director, ha estado en Irak grabando un documental y ayudando en un centro de desplazados. Nos habla en esta entrevista para Agencia SIC de lo que ha vivido allí, de la realidad de estos cristianos y de la esperanza que tienen en que Dios nos le va abandonar.


-Soy periodista (a falta de entregar el Trabajo de Fin de Grado) y aprendiz de escritor, con dos libros publicados y un tercero sobre cristianos perseguidos en Siria e Irak que se refugian en Líbano a punto de publicarse. Hace cuestión de dos años y medio me empiezan a llegar noticias de que hay cristianos que están siendo perseguidos (incluso asesinados) por el simple hecho de serlo. Me costaba mucho creer que fuera cierto (y posible) que en pleno siglo XXI hubiera cristianos muriendo por su Fe (también que hubiera personas matando a cristianos solo por serlo) pero gente importante empieza a mostrar su apoyo a esos cristianos y entonces me doy cuenta de que es verdad. Ingenuo de mí, los cristianos llevan más de dos mil años perseguidos. Es entonces cuando, comparando su forma –y nuestra forma- de vivir la Fe, me quedo perplejo.

Ellos están dispuestos a perder todo lo que nosotros consideramos importante (casa, trabajo, coche, estabilidad, incluso educación de los hijos) con tal de no perder su Fe, de no renunciar a Cristo. Mientras, nosotros, en Occidente, por respetos humanos, por miedo a la vergüenza o al ridículo, para que no nos despidan o para ascender en nuestro trabajo, a diario, y sin el menor cargo de conciencia, estamos diciendo “No soy cristiano”, aunque no siempre de palabra: en nuestra sociedad se puede decir de muchas otras formas. Nosotros con tal de no perder nada estamos dispuestos a renunciar a Cristo, ellos con tal de no perder a Cristo están dispuestos a renunciar a todo. Ellos están sosteniendo nuestra Fe, la poca Fe que le queda a Occidente.


-El proyecto está formado por Juan Villanueva, Carlos Toda, Eulalia Vives, Blanca Zazu, Javi Carreras, Alfredo Panadero y yo, Jaume Vives. Eulalia y Blanca han estado un mes enseñando castellano a los niños de un centro de desplazados, en la parroquia Mar Elia, tal y como nos pidió el padre Douglas, uno de sus responsables. Esta sería la parte de ayuda directa por ahora (aunque estamos dando forma a un proyecto que permita ayudar de forma directa también desde aquí). El resto estuvimos filmando un documental durante todo el mes que reflejará la vida de estos cristianos.

Una cosa importante a destacar es que el nombre del proyecto no hace referencia a los miembros del equipo sino a los cristianos que con tal de “guardar” su Fe, de conservarla y no perderla, han estado dispuestos a perderlo todo. Ellos son los Guardianes de la Fe.


-Nos hemos encontrado gente con una Fe profunda, gente que a pesar de todas las penurias que ha pasado te dice que jamás se ha sentido abandonada de la mano de Dios y que no se arrepiente de la decisión que ha tomado. Si bien es cierto que también hay gente que poco a poco ha ido perdiendo la esperanza. En general el sentir de la gente es el siguiente: “Nos sentimos abandonados por los hombres, hemos perdido toda confianza en el hombre, pero sabemos que Dios no nos ha abandonado en ningún momento, sabemos que nos acompaña”, nos decía el sacerdote de un monasterio situado en Alqosh, si no la única, casi la única ciudad cristiana de la Llanura de Nínive que no ha caído bajo las garras del Estado Islámico.

-Queremos contar lo que vivieron el 10 de junio de 2014 en Mosul, el 3 de agosto en Sinjar, el 6 de agosto en Qaraqosh… Queremos contar cómo viven ahora y qué futuro hay para ellos.

De los católicos que vean el documental esperamos que incluyan a esos hermanos suyos en la Fe en sus oraciones.

De la gente adinerada que vea el documental esperamos que ayude en lo que pueda a esos cristianos tantas veces abandonados a su suerte.

De la gente con poder social y político esperamos que ayude en lo que esté en sus manos a esos cristianos, tanto en sus países como fuera de ellos si deciden marchar.

-Es evidente que para nada somos conscientes de lo que está pasando. Incluso a nosotros que hemos ido allí, nos cuesta ser conscientes de lo que esta gente está viviendo y ha vivido. Cuesta mucho comprender que sean tus vecinos los que ayuden al Estado Islámico a entrar en tu pueblo y que luego se queden con tus pertenencias. Cuesta mucho entender lo que supone para una madre de 8 hijos huir la noche de un 6 de agosto de 2014 por la carretera dejando atrás juguetes, hogar, educación… y que la generosidad de esa familia sea tal, que una vez en el centro de desplazados tenga otro hijo más. Cuesta mucho entender lo que significa estar todo el día sin hacer nada –por que no puedes-, sin saber quién estará viviendo en tu casa o qué estará pasando en tu pueblo, sabiendo que todas tus cosas están allí.


-Hace pocos meses con un amigo, PJ Armengou, fuimos a Madrid a hacer una entrevista para La Vanguardia a monseñor Emil Nona, arzobispo de los caldeos de Mosul. Le trasladamos la siguiente pregunta que nos hizo un amigo seminarista de Barcelona, Litus Ballbé: “¿Qué puede hacer un seminarista católico de Barcelona por los cristianos perseguidos?”. Y la respuesta que nos dio monseñor Emil Nona sirve para los católicos en general, no solo para los de Barcelona: primero, rezar, rezar mucho; segundo, vivir la Fe de forma valiente y coherente allí donde Dios nos ha puesto a cada uno. Y una tercera opción que añado yo después de haber visto la labor que hacen sobre el terreno: ayudar a Ayuda a la Iglesia Necesitada.

-El mundo en general ha abandonado a los cristianos de Oriente, no solo la coalición internacional. Ya lo decía el Papa: ¿cuántos de ustedes rezan por los cristianos perseguidos?