Lourdes Méndez es diputada por Murcia del Partido Popular en el Congreso. Preside la Comisión de Políticas Integrales de la Discapacidad. Lleva tres legislaturas a sus espaldas, doce años en el ´hemiciclo´ después de haber sido consejera de Trabajo, Consumo y Política Social del Gobierno de Murcia, diputada regional, portavoz adjunta en la Asamblea, y teniente de alcalde y portavoz del Ayuntamiento de San Javier.

Y amenaza a su bancada sin que le tiemble la voz: "No voy a votar la reforma de la ley del aborto porque significaría validar la ´ley Aído´ e ir en contra de nuestro ideario y del programa electoral del PP al que han votado 11 millones de personas".

Rotunda. Tanto como cuando firmó junto a otros once parlamentarios del PP una carta dirigida a Mariano Rajoy para que evitara que un cambio legislativo que sólo contempla la imposibilidad de que las menores aborten sin el consentimiento de sus padres supusiera dar por bueno el derecho al aborto libre y gratuito que significa la vigente legislación de plazos.

Pero la ´mini reforma´ sigue su curso, es previsible que se vote el próximo día 24, y ni el mantenimiento del recurso de incostitucionalidad el PP -firmado por Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, tres ministros y varios secretarios de Estado hasta sumar 70 diputados del PP- contra la ley del aborto de 2010 impide que Lourdes Méndez confirme su decisión de no votar la modificación parcial, fiel a la posición tradicional del PP en defensa de la vida de la que ella no se ha movido ni un milímetro.

-No voy a votarla porque considero que se está ratificando implícitamente el derecho al aborto libre y gratuito. El que se esté diciendo que con esta modificación se cumple nuestro programa es una interpretación torticera del mismo. Si vamos a la letra de nuestro programa, este dice que tenemos que proteger la vida y, de forma subordinada, a las menores. Si todavía quedara alguna duda, habría que ir a los antecedentes y al ideario central de nuestro partido desde su fundación. El artículo 3 de nuestros estatutos se refiere a un ‘compromiso renovado con la vida’. En la legislatura anterior nos opusimos a ´ley Aído´, registramos un voto particular en la subcomisión y presentamos un recurso ante el Tribunal Constitucional. Además, en esta legislatura hay que recordar el voto en contra de la retirada de la Ley de Gallardón. A la luz de todos nuestros antecedentes, habría que ir a una modificación total de la ley del aborto.

-Se trata de una cuestión -el voto- muy personal. Doce personas nos hemos manifestado para que se cumpla el programa del PP y en contra de esta ‘mini reforma’, pero no sé si luego seremos más o menos. Lo cierto es que, por coherencia política, las setenta personas que firmaron el recurso ante el Tribunal Constitucional contra la ´ley Aído´ -entre ellos el presidente y la vicepresidenta del Gobierno, tres ministros y varios secretarios de estado- deberían hacer lo mismo que nosotros. Por eso sostengo que esto no es un tema de doce personas y que si hubiera coherencia, esos setenta diputados tampoco votarían esta modificación. Y más tratándose de un asunto que pone en juego cien mil vidas cada año.


-Esa es la incoherencia. En una votación de estas características en el Congreso, se está dando por buena la ley del aborto porque lo único que se modifica es que se pueda abortar sin el consentimiento de los padres. Así, el grupo parlamentario popular lanzaría a las menores el mensaje de que tienen derecho a abortar y solamente precisan el consentimiento de sus padres, exactamente igual que si se fueran de excursión.

-Yo no voy a votar esta reforma. No sé si votaré en contra o me ausentaré, pero desde luego no lo voy a votar. Sólo lo votaría en el caso de que se tratara de una modificación del calado a la altura de la que nos obliga nuestro compromiso electoral, es decir, una ley de supuestos en vez de un derecho al aborto en una ley de plazos. Sólo en ese supuesto estaríamos cumpliendo nuestro programa y sólo en ese caso votaría a favor.


-Si se impone una sanción por mantener la postura en un tema capital de nuestro partido y de nuestro programa como es el del aborto, que me la pongan, no me importa. La enmarcaría en mi despacho como premio a la coherencia y a la lealtad.

-Lo grave de las declaraciones de Celia Villalobos no son las declaraciones en sí, ni siquiera la ausencia de rectificación, sino que lo grave es el silencio por parte de los dirigentes del PP. Yo no me he movido ni un milímetro de donde he estado y ha estado el PP siempre, he concurrido a unas elecciones al Congreso con un programa y con una ideología avalada a lo largo de muchísimos años. Los que se han presentado con el mismo programa deberían asumirlo incluso aunque no lo piensen.


-No quiero pensar que Celia Villalobos tuviera razón en todo lo que dijo en aquella entrevista porque lo que dijo fue que no llevar a cabo una modificación medular de la ley del aborto en el Congreso no era un tema de rentabilidad electoral sino que respondía a una intención de que la reforma no se llevara a efecto. Por lo tanto, no quiero pensar que lo que se pretenda es hacer una modificación ideológica del partido por la vía de los hechos e imponer una cultura de desprecio absoluto por la vida en contra de nuestro electorado. Y encima sin haberse realizado ningún congreso en el que se haya debatido ese asunto. Parece que nos queremos desprender de la defensa de los valores. Y eso habría que decirlo porque no se puede defender el derecho al aborto y el derecho a la vida al mismo tiempo. Entonces, si existe evidentemente esa intencionalidad se estaría imponiendo una modificación ideológica de nuestro partido por la vía de los hechos, sin pasar por los foros necesarios para que esto ocurriera. Cuando acabe esta legislatura, habremos perdido la oportunidad histórica de modificar el derecho al aborto libre y gratuito. Con once millones de votos, esto no debiera de ocurrir. Cuando se habla de una cuestión medular, es un tema inamovible, con el que no se puede pactar. Si lo hiciéramos, nos convertiríamos en un partido diferente y defraudaríamos a mucha gente.

-La pérdida de votos por defender la vida es la excusa para hacer una modificación ideológica del partido por parte de las personas que dentro del PP no están a favor de la vida. Esto es lo grave. Y yo creo que vamos a perder muchos votos, pero por ir en contra de nuestro ideario y de lo que siempre hemos defendido, no por ´progres´ ni por conservadores sino por una cuestión de humanidad. Se nos quiere imponer una modificación cultural que consagra el derecho al aborto y que luego es muy difícil de revertir; se lanza a nuestra sociedad y a nuestras jóvenes un mensaje de normalización total del aborto y de desprecio absoluto por la vida. Por eso los diputados que estamos ahora mismo en el Congreso tenemos una responsabilidad política e histórica.