La Junta, versión Izquierda Unida, amenazó al cabildo catedralicio de la catedral-mezquita de Córdoba el mismo día de Nochebuena con iniciar "medidas legales", que La Razón interpreta como expropiación, si la Iglesia no acepta la cogestión del monumento en tres meses. Recuérdese que la catedral, originariamente mezquita y antes aún iglesia cristiana y basílica visigoda, es propiedad de la Iglesia desde el siglo XIII.

Según el diario de Planeta, la tensa reunión tuvo lugar el día 24 y a ella asistieron Rafael Rodríguez, consejero de Turismo y Comercio de la Junta de Andalucia por Izquierda Unida, siendo acompañado por Isabela Ambrosio, la delegada de la Junta en Córdoba que es, además, candidata del PSOE a la alcaldía de Córdoba. Otro acompañante fue Pedro García, coordinador de IU en Córdoba y candidato a la alcaldía de la capital.

Por la Iglesia, asistieron el deán presidente del Cabildo de la Catedral, Manuel Pérez Moya, acompañado del canónigo archivero, Manuel Nieto, responsable de patrimonio y uno de los mayores expertos sobre la Catedral de Córdoba.


La primera muestra de descortesía la dio el consejero de la Junta cuando dijo que ya tenía muy vista la Catedral cuando fue invitado por sus responsables a una visita del monumento.
La cuestión de fondo es que la Junta considera que la gestión que la Iglesia hace del monumento perjudica al turismo de la capital andaluza, algo que los hechos no parecen corroborar puesto que las visitas a la Catedral-Mezquita sigue creciendo sin altibajos. Desde 2012 a 2014, los turistas que acudieron al monumento han aumentado en más de 160.000.


Pero ese no es realmente el problema. El problema es que la Iglesia presenta su monumento como un monumento católico y no islámico. De modo, que se puso encima de la mesa el objetivo principal que es conseguir que la Junta participe paritariamente en la gestión del monumento eclesiástico. A la propuesta se añadió una amenaza: si en un plazo de 3 meses no se llegaba a un acuerdo se emprenderían "medidas legales".

El problema real, ya conocido, fue de nuevo expuesto en una carta fechada en Sevilla el pasado día 12, y firmada por el consejero de Turismo y Comercio de la Junta de Andalucía. En esa carta mostraba su "más profunda preocupación" por lo que definía como "las decisiones que, en materia de promoción y difusión turística de la mezquita-catedral, está adoptando el Cabildo, toda vez que pueden afectar gravemente a la adecuada promoción turística de esta joya histórica y arquitectónica". Además, el político de IU acusó al Cabildo de la Catedral de "pretender ocultar la naturaleza islámica del monumento", lo cual provoca su "más profundo desacuerdo". Por último, Rodríguez solicitó una entrevista "para tratar de este y de otros temas".

El deán Manuel Pérez Moya contestó la carta concertando la reunión del día de Nochebuena y respondió los éxitos en la gestión del monumento en el último año iban desde la decisión de la Unesco de reforzar su título de Patrimonio de la Humanidad mientras la izquierda andaluza había denunciado el organismo de la ONU podría retirar esa distinción, al crecimiento del número de visitantes.

Además, el deán Pérez refutó la acusación del consejero de Turismo de la Junta de que se ha borrado cualquier alusión al pasado islámico de la Catedral y textualmente escribió que "tanto en nuestra página web como en nuestros folletos los visitantes pueden conocer la historia del monumento, desde su origen como Basílica cristiana visigoda de San Vicente, como Mezquita desde Abderramán I hasta Almanzor y, posteriormente como Catedral desde el año 1236. Aprovechó además para decirle al Consejero de IU que la última inversión realizada por la Junta de Andalucía fue aprobada hace 18 años.
Una historia lamentable de la izquierda

Primeramente, la Junta de Andalucía dimitió la titularidad de la Iglesia sobre el monumento conocido como la Catedral o Mezquita de Córdoba en 1991, pero la necesidad de ser apoyada por Izquierda Unida ha conducido al gobierno de Susana Díaz a un empecinamiento sin precedentes.

Primero, fue su utilización del grupo llamado Unesco Andalucía que, apocalípticamente y apoyado mediáticamente nada menos que por Federico Mayor Zarazoza, que fuera responsable de la Unesco, exigió la expropiación pública del monumento sugiriendo irregularidades en la gestión católica del centro turístico y religioso que gestiona la Iglesia desde hace más de siete siglos. Naturalmente la ofensiva fue aplaudida por plataformas islámicas.

En segundo lugar, IU, que ya había intentado suprimir las capillas en los hospitales públicos, comenzaba una ofensiva que cuestionaba el origen de la propiedad de la Iglesia sobre el monumento, el destino del dinero recaudado con las visitas y su oposición al uso católico exclusivo de la Catedral. Ahora, se sigue en esa línea amenazando con la expropiación que ya en su día fue considerada por los expertos como un disparate jurídico.

Artículo publicado en Libertad Digital.

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