El nuevo obispo de Segovia, César Franco, ha señalado este sábado en su toma de posesión que la fuerza de la Iglesia está en Cristo y su evangelio, y no en "estrategias y argucias humanas" o en el acomodo al pensamiento "dominante, débil e inconsciente" para conseguir que la institución eclesiástica sea aceptada.


"Nuestra fuerza no está fuera de nosotros", ha asegurado el prelado, que ha aludido a las palabras del Papa Francisco para recordar que la Iglesia no debe referirse a sí misma, sino solo a su Señor y a los hombres que debe salvar, en especial los más pobres.

Según ha dicho, en estos momentos históricos de cierta debilidad y crisis de fe y de "rechazo orquestado" de la institución, esta tiene la tentación de hacerse fuerte apelando a imágenes de sí misma que agraden a quienes la critican o desean secularizarla y "marginarla" de la sociedad.

Ese es, ha dicho, el riesgo de referirse a sí misma "lavándose la cara" o "adaptándose a la mentalidad mundana", opuesta al Evangelio.

"La mundanidad espiritual, censurada por el Papa, busca en lugar de la gloria del Señor la gloria humana y el bienestar personal, sus propios intereses y no los de Cristo. La reforma de la Iglesia no es cuestión de imagen externa, que puede dejar escondida su enfermedad interior", ha advertido.

En su homilía, el obispo electo ha mostrado su preocupación por la falta de vocaciones sacerdotales, por lo que ha llamado a la oración intensa y el trabajo con sabiduría para que niños y jóvenes "acojan la llamada del Señor y le sigan gozosamente". "Queridos niños y jóvenes, recordad lo que os decía el Papa Benedicto XVI: Cristo no quita nada, lo da todo. No tengáis miedo a Cristo", ha exclamado.


La ceremonia de toma de posesión dio comienzo a las 12.00 horas en la Catedral de Segovia, a la que se han acercado más de un millar de fieles y religiosos para arropar al prelado, que ha sido recibido con una gran pancarta de bienvenida.

César Franco ha estado acompañado por el nuncio del Papa en España, Renzo Fratini, quien ha transmitido el agradecimiento de Francisco al obispo saliente, Ángel Rubio, por su "entregada" dedicación pastoral.

Junto al nuncio, han acompañado al nuevo prelado el arzobispo metropolitano de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez; el actual arzobispo de Madrid, Carlos Osoro; el cardenal Antonio María Rouco Varela, y los actuales obispos auxiliares de la capital Fidel Herráez y Juan Antonio Martínez Camino. También han estado presentes una treintena de obispos, una veintena de hermanos en el episcopado y el obispo emérito de Segovia, monseñor Luis Gutiérrez.