El Consejo de Ministros aprobó hoy un Real Decreto por el que concede la nacionalidad española a las misioneras de la Inmaculada Concepción Helena Wolo (natural de Liberia) y Paciencia Melgar (Guinea), por haber donado su suero, después de haber superado la enfermedad del ébola, para curar a pacientes infectados por el virus como Teresa Romero.

La hermana Paciencia, de la orden religiosa Misionera de la Inmaculada Concepción, viajó a España tras superar el virus del ébola en Liberia para poder donar su plasma y ha dejado claro que no guarda rencor a nadie, pese a que se la impidió venir a España cuando tenía el virus, al contrario de lo que se hizo con los misioneros Miguel Pajares y Manuel García Viejo, ya que no era española.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, explicó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que la decisión se adoptó después de analizar "detalladamente" el informe elaborado por el Hospital Carlos III, donde fue atendida Romero así como los sacerdotes Pajares y García Viejo, fallecidos por la enfermedad tras ser repatriados a España.

Paciencia Melgar, de 47 años, padeció y superó la enfermedad en su país y, después, a petición de las autoridades sanitarias españolas, se trasladó a Madrid para donar plasma sanguíneo a un ciudadano español infectado por el virus y repatriado desde Sierra Leona. Posteriormente, donó plasma en repetidas ocasiones y se ofreció para el estudio de su evolución durante un largo periodo de tiempo. Su ayuda fue "vital" para la curación de la paciente Romero.

Por su parte, Helena Wolo, de 36 años, también padeció y superó el virus del ébola en su país de origen y se trasladó a España para donar plasma en repetidas ocasiones y ser objeto de estudio por los especialistas españoles. Su colaboración también fue "determinante" en la curación de la auxiliar de enfermería.

"Son misioneras que han dedicado su vida al servicio de los demás y al cuidado y atención de enfermos del ébola, arriesgando su vida y colaborando desinteresadamente en la donación de su suero para el tratamiento de los pacientes con el virus", recalcó Santamaría.

Además, la vicepresidenta del Gobierno aseguró que la concesión de la nacionalidad es una oportunidad científica "excepcional" porque permitirá a los investigadores tener acceso a dos donantes altruistas y ayudará a investigar sobre tratamientos contra este virus.


La nacionalidad española se adquiere por carta de naturaleza, otorgada discrecionalmente por Real Decreto, cuando en el interesado concurran circunstancias excepcionales y después de tramitar un expediente para cada caso particular, como ha ocurrido en los que ha resuelto hoy el Gobierno.

Posteriormente, el solicitante debe jurar o prometer fidelidad al Rey y obediencia a la Constitución y a las Leyes, renunciando a su anterior nacionalidad, salvo los naturales de países iberoamericanos, Andorrra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o Portugal.