No pasa en ningún país islámico ni comunista ni en un pueblo remoto de la India: pasa en Madrid.

Cada domingo desde hace ya varias semanas los feligreses que van a misa a la parroquia de Santa Catalina Labouré (popular por su estética neocatecumenal y por albergar muchas de sus comunidades) se encuentran un centenar de personas, manejados por exaltados de extrema izquierda, que a la entrada les acosan, difaman, abuchean o calumnian, con gritos y pitidos.  

La cosa empezó como un desacuerdo entre algunos vecinos (moderados) y la parroquia, respecto a unas obras. La parroquia quiere construir una cripta bajo la capilla de la planta superior (como tiene, por ejemplo, La Almudena, en Madrid, y muchos otros templos católicos y ortodoxos). Una cripta es un piso inferior o subterráneo, a menudo debajo del altar, donde suelen guardarse reliquias. Por ejemplo, bajo el altar de la catedral de Alcalá está la cripta con las reliquias de los Santos Niños Justo y Pastor. 

Alguien difundió entre los vecinos que se iba a construir ¡un cementerio! Aunque hubo un encuentro entre representantes vecinales moderados y el párroco, los exaltados y elementos anticlericales de extrema izquierda tomaron el control y lo convirtieron en una protesta semanal con intimidación y amedrantamiento callejero. 

El bulo del cementerio fue usado con profusión: con vídeos de zombis bailando el Thriller de Michael Jackson y gente repitiendo "no quiero muertos junto a mi casa". Intentar explicar la diferencia entre cripta y cementerio no fue recibido con ninguna lógica arquitectónica. Un ejemplo en Facebook de la plataforma "Por un uso social terreno Santa Catalina Laboure":



Cada domingo a las 12:00 pm frente a la Parroquia de Santa Catalina Labouré insultan, acosan, provocan, difaman y calumnian a todo feligrés que entra a misa.

La policía, impasible, dice que no puede hacer nada... y la concentración recibe permiso de la autoridad semana tras semana.

"Varias veces han estado cerca de irrumpir en el complejo. El domingo pasado agredieron verbalmente, bajo amenazas y calumnias a cuatro feligreses, siendo ellos cerca de 150, a un palmo de la cara y de forma violenta. La policía tuvo que intervenir", explican parroquianos en una nota de prensa de protesta.

"Bajo las presiones de estas manifestaciones que ellos denominan pacíficas y democráticas, el párroco ha decidido continuar con el proyecto pero modificando la estructura para no alojar la cripta de la discordia", añade la nota. 

Sin embargo, esto no ha tranquilizado a los radicales que siguen convocando a la hora de misa con pancartas y eslóganes con lemas como “Los curas al paredón” o “Madrid será la tumba de los kikos”. 

Puesto que la cripta ya no es la causa, los feligreses dan por probado que se trata de mera rabia anticlerical y extremismo anticatólico.

Este domingo 18 de mayo, según proclamaron el día 11, los violentos harán una cadena en torno al Templo y al terreno para evitar que los feligreses entren en misa, buscando la provocación y el enfrentamiento.

Los feligreses piden en su nota de prensa que acudan los medios de comunicación gráficos para dejar constancia de los posibles incidentes cristianófobos y posibles delitos, por ejemplo contra los artículos 523 y 524 del código penal, que castigan la alteración de ceremonias religiosas y la ofensa de sentimientos religiosos en lugares de culto.