Una buena parte de los obispos en todo el mundo han dispensado a los fieles del precepto de la misa dominical, de modo que no sientan cargo de conciencia, tanto si su diócesis ha suprimido las celebraciones públicas, como si las mantiene, sometidas a criterios de prudencia sanitaria.

Seguir la misa por la televisión, por la radio o por internet no sustituye la asistencia presencial que exige el Primer Mandamiento de la Iglesia: "Oír misa entera todos los domingos y fiestas de guardar". Por tanto, no sirve para cumplir el precepto. Este precepto, en cualquier caso, no obliga cuando existe imposibilidad física o una razón grave que dificulta o desaconseja ir a la iglesia. Al dispensar de él, los obispos deshacen cualquier escrúpulo, por si hubiera dudas.

Sin embargo, ver y oír la misa por televisión, radio o internet es una forma inmejorable de santificar el domingo cuando no se puede estar presente, un acicate y una ayuda para mantener las buenas costumbres dominicales y un gran alimento espiritual que permite también la práctica de la comunión espiritual (pincha aquí para saber qué es y cómo hacerla). Este instrumento que ofrecen las tecnologías audiovsiuales y de comunicación, que habitualmente es útil para ancianos, enfermos o personas que por la razón que sea no pueden salir de casa el domingo, ahora extiende su utilidad a todos los fieles mientras dure la alerta de salud pública.

ReL ha ofrecido un elenco completo para seguir la misa de esa manera: pincha aquí para verlo. Pero, por si deseas llevar en tu móvil o tener en tu escritorio un resumen visual rápidamente accesible, te ofrecemos la posibilidad de descargar la siguiente imagen.